El amanecer político de Torrevieja empieza a levantar vientos de historia.
Alternativa Popular de Torrevieja en poco más de dos años de existencia ha consolidado una doctrina para realizar la política que dicta el corazón: la regeneración de lo público basando su ideario fundamentalmente en el principio de responsabilidad.
No somos fabricantes de oropel, queremos soñar con una Torrevieja distinta y diferente a ese fascismo mimético tan en boga últimamente. Mantendremos el compromiso moral que tenemos con la sociedad torrevejense porque es nuestra gente un ejemplo permanente de esfuerzo común. Así que es prioritario que los torrevejenses sean reconocidos en todo momento por su esfuerzo y esperanza donde se vea la igualdad de todos y de cada uno.
Alternativa Popular no somos ese movimiento poético que algunos nos llaman. Somos un peligroso competidor político para el gobierno actual del PP y vemos las verdaderas realidades de la ciudad.
La historia está cambiando. Esa victoria a ninguna parte del PP en las últimas elecciones, amparada por esos congresos locales de masa fofa, toca a su fin. Da igual por donde se le mire porque el partido está decrépito, incluida su juventud. Aquí mismo, en Torrevieja, tenemos el más claro ejemplo de cachorros lactantes que se aferran a unas siglas muertas boqueando para poder comer. Y es por todo eso por lo que su sitio no es otro que la oposición, un lugar que se han ganado a pulso.
Todo eso hace que las hieles democráticas del equipo de Gobierno del PP nos vayan atropellando derechos constitucionales en el ejercicio de nuestro deber como representantes de la Corporación.
Estamos diciendo aquello de: ‘el Estado es de todos’. Ya empieza ese tiempo a cuajar, y así reconoció el todavía alcalde su derrota y nuestro triunfo en el último Pleno. Un triunfo que será el triunfo de la sociedad de Torrevieja.
Alternativa Popular trabaja para la unidad política frente a los que hacen del gobierno su cortijo. Trabajamos para diseñar, reinventar, estudiar, pensar en una ciudad para todos y de todos, donde tengamos las mismas oportunidades. Donde se pueda trabajar en aguas o residuos sólidos sin pasar la vergüenza y humillación de tener que hacerse la ficha de afiliación al PP.
Ese es nuestro objetivo, propio del siglo XXI, y no esas formas decimonónicas de política de campanario que todavía están presentes en cada rincón de la ciudad.
Nacemos libres, queremos ser libres, y libres seremos cuando el PP local abandone el gobierno con esas urnas que están deseando escrutar la verdad y la justicia.
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