El partido transcurrió muy igualado, y el resultado se decantó por los locales en los últimos segundo de juego, cuando Rubén logró materializar un golpe franco consiguiendo un 23-22
En esta ocasión el rival era el balonmano Elda, líder de la categoría y que apunta a disputar la fase de ascenso: un equipo veterano, sólido y con mucha experiencia y calidad. Por su parte, los almoradidenses, tras el descanso vacacional y su importante empate en Algemesi, salían con toda la moral ante una afición volcada con el equipo.
En los primeros compases, el Almoradí tomaba la iniciativa y sumaba diferencias de más dos en el electrónico, las defensas predominaban sobre la efectividad del ataque, el cual ninguno de los dos equipos tiene muy acertado. Fue por el ecuador de esta primera mitad cuando los de Elda tomaron la iniciativa en el marcador, gracias a una buena defensa y un contraataque letal. Los de Roberto, además de estrellarse con la defensa visitante, cometían muchos errores de pase, errores no forzados que daban al equipo visitante muchas posibilidades de abrir brecha en el marcador, en ocasiones con diferencias de más cuatro. Al descanso, la diferencia era de más tres, 10 a 13.
Por lo visto en la primera parte, los locales no lo tendrían nada fácil, pero ya se sabe que la historia del balonmano Almoradi está cargada de remontadas increíbles. Los de la Vega Baja salieron concentrados y con fuerza, sabeedores de que no podían dar más concesiones a los visitantes y así fue. Poco a poco el marcador se iba estrechando y las diferencias eran mínimas, aunque el líder controlaba la situación y mantenía como mínimo la diferencia de más uno.
Sobre el último tercio del partido, los locales llegaron a empatar y la afición llevaba en volandas a los suyos, conscientes de que las fuerzas llegaban justas a la recta final. Sin embargo, cada vez que se conseguía un empate llegaban los errores de lanzamiento sin posición, malas elecciones de pase y lanzamiento y otra vez los visitantes aprovechaban y se ponían a dos. Fue a falta de siete minutos cuando los locales pusieron tablas en el electrónico y a falta de cinco, se ponían por delante. La locura reinaba en el pabellón, el ambiente era el de las mejores jornadas y la presión en cada jugada era indescriptible.
Los almoradidenses incluso tuvieron oportunidades de irse a más dos y sellar el partido, pero insistían en las pérdidas de balón y en poner cardíacos a los aficionados. Fue a falta de un minuto cuando el Almoradí se puso un tanto arriba y el ataque del Elda obtuvo una intervención del portero local, que ocasionó un contraataque para ponerse a dos y sellar el encuentro. Ante la sorpresa de los allí presentes el jugador local resbaló y perdió la pelota lo que ocasionó el ataque de los visitantes, consiguiendo el gol del empate a falta de 15 segundos.
Todo el mundo daba por bueno el empate, pero lo mejor estaba por llegar. Tras el ataque local se pita golpe franco y se acaba el tiempo. Con todos los jugadores en la barrera y con el local Rubén con el balón en las manos, se pita el lanzamiento y logra introducir el balón por toda la escuadra. La locura, entonces, se apoderó del Almoradi: jugadores y técnicos, todos en una piña en el centro del campo. Por su parte, la afición no daba crédito alguno, se frotaban los ojos, otros lloraban, es el balonmano Almoradi.
Al final el resultado fue de 23 a 22. Estos dos puntos dan un respiro al Almoradí, que da un paso de gigante para conseguir su objetivo esta temporada. El próximo partido será el 15 de abril, viernes, en el Venancio Costa, a las 20.30 horas.
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