Sonia Valverde, separada y madre de una niña de 12 años consigue paralizar su desahucio in extremis durante 20 días en los que deberá encontrar una solución habitacional
“Estas lágrimas no son de rabia, ni por la impotencia que siento por dentro, son de agradecimiento a todas y todos los compañeros que hoy están aquí, evitando que esta noche duerma en la calle”. Con estas palabras se expresaba ayer Sonia Valverde ante los medios de comunicación presentes en la calle Diego Ramirez donde más de medio centenar de miembros de las Plataformas de Afectados por la Hipoteca de Torrevieja, Almoradí, Orihuela, Guardamar y compañeros que se desplazaron de toda la provincia de Alicante y la Región de Murcia acompañaron a Sonia para evitar que se ejecutara el lanzamiento forzoso de su vivienda de esta madre, enferma de cáncer y con una niña de 12 años a su cargo de la que hasta dentro de veinte días es su vivienda.
“Hemos logrado un aplazamiento de veinte días. Veinte días más de agonía”, relataba una emocionada Sonia que relató la impotencia que siente y como todas y cada una de las promesas que se le han hecho desde servicios sociales no son más que papel mojado, ya que en ninguno de los documentos que se le han facilitado para que los entregara ante el juzgado se acredita que será beneficiaria de una vivienda social, este es tan sólo un compromiso de palabra, una palabra en la que Sonia ya no cree tras numerosas decepciones.
Madre de una menor, y recién operada de un cáncer de útero esta madrileña residente en Torrevieja desde hace más de una década sobrevive con una ayuda de 420 euros, que en breve se le va a terminar. Todas sus posesiones se limitan a sus enseres personales y una deuda que asciende a 30.000 euros, la que le ha quedado después de que el Banco Primus subastara su vivienda y la otorgara en menos de la mitad del valor de la hipoteca, por lo que Sonia arrastra una deuda con la entidad bancaria que marcará todo su futuro. Para Sonia yo no queda otra solución que un alquiler social, pero deberá negociarse con una entidad que no sea el Banco Primus, ya que este no se aviene a ningún tipo de negociación con los afectados.
Desde la PAH Torrevieja, Plataforma que ha acompañado a Sonia durante el tramo final de su odisea, explican que ahora lo que más urge es buscar una solución habitacional para la afectada y su hija y que para ello ya se han dirigido en numerosas ocasiones a los servicios sociales del Ayuntamiento de Torrevieja y sólo han conseguido promesas, nada por escrito, de la posibilidad de un alquiler social dentro de tres meses, un plazo inasumible para Sonia, que de no remediarlo nada, dentro de escasos veinte días se verá en la calle, lo que demuestra explican los responsables de la Plataforma, el parque de viviendas sociales no es más que una entelequia.
Desde la Plataforma recién constituida con el beneplácito de la organización a nivel estatal no han querido valorar los ataques que han recibido desde la Asociación Local Stop Desahucios, sólo han lamentado que intenten difuminar la gravedad de la situación de Sonia haciéndola culpable de su desahucio y poniendo en duda su disposición a encontrar una solución para la situación en la que se encuentran ella y su hija. “Ahora lo importante es buscar una solución a la necesidad de una vivienda de Sonia, y de cualquier afectado” explicaba a DIARIO DE LA VEGA Fanny Montero, una de las portavoces de la Plataforma en la ciudad de Torrevieja y “esa es nuestra meta en este momento”. Los portavoces de la PAH no consideran que sea el momento de entrar en polémicas con una asociación que consideran sólo busca invisibilizar el grave problema de desahucios silenciosos que ocurren en el municipio para presentar la ciudad como un “Eden antidesahucios, que no lo es”.
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