Es la segunda vez en ocho achos que el colectivo vecinal pone en conocimiento de la CHS, el Seprona y el Consell estos hechos, sin respuesta
La asociación de vecinos San Miguel Arcángel de San Miguel de Salinas ha denunciado, por segunda vez después de ocho años, el vertido de aguas fecales procedentes de la red del saneamiento de la urbanización Mirador de San Miguel. El vertido si sitúa en la cabecera de la Rambla de La Fayona, principal aporte de agua dulce del Parque Natural de Las lagunas de la Mata y Torrevieja.
Según el colectivo vecinal, este vertido no obedece a una situación pasajera sino crónica. La asociación denunció en el año 2008 estos mismos hechos ante la Confederación Hidrográfica, el SEPRONA, la Consellería de Medio Ambiente de la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de San Miguel de Salinas. Sin embargo, denuncian que ocho años después nada ha cambiado.
Ante la falta de funcionamiento de la depuradora de la urbanización, las aguas negras, procedentes de la red de alcantarillado, se han encaminado hacia la cota más baja del terreno desde donde discurren, pendiente abajo, hasta que se infiltran en el subsuelo.
El Plan Parcial de la urbanización Mirador de San Miguel fue aprobado el 13 de octubre de 2003. Prevé la construcción de 750 viviendas para una población de 2.400 habitantes. Cuenta, en los planes urbanísticos, con la construcción de una depuradora para una población de 3.000 habitantes y una capacidad de depuración de 200 litros por habitante/día. No obstante, esta infraestructura, a tenor de lo observado a lo largo de los años, nunca se ha puesto en marcha.
La carencia de una infraestructura básica como ésta, no ha supuesto impedimento alguno para la intensa actividad constructora que se aprecia en el sector en la actualidad. La asociación ha solicitado la apertura del correspondiente expediente sancionador a los responsables del vertido y la paralización de las licencias de obras mientras que no se solucione, de manera adecuada, el asunto de la depuración de las aguas residuales de la urbanización.
En este mismo residencial, la asociación de vecinos denunció la existencia de un gigantesco vertedero de escombros la semana pasada.
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