Empireuma
Mateo Marco Amorós
Preocupados por el futuro de la revista literaria «Empireuma», en enero de 2005, viernes veintiuno, publicábamos en el diario INFORMACIÓN un artículo. Tras conversar con el poeta José Luis Zerón Huguet, fundador y codirector de la revista oriolana, informados de las vicisitudes para sacar cada número, nos dolía su posible desaparición. Por ello escribimos a modo de S.O.S. valorando la revista y afirmando que nos disgustaba asistir al final de la misma porque considerábamos que desapareciendo «Empireuma» se extinguía mucho del corazón literario de una ciudad como Orihuela. No hacía mucho tiempo que vivíamos en la Gran Ciudad y apreciábamos la calidad de «Empireuma» como la calidez de José Luis Zerón con nuestras inquietudes literarias.
Desde aquella crisis y con la heroicidad que exigía cada número, después del de 2005, aún se editaron dos números más. Así, el de 2007 fue final. Pero luego, seis años más tarde, de la mano, la ilusión y el bolsillo de José/Pepe Aledo, otro engranaje fundamental para la andadura de la revista, llegó aquella publicación de atril titulada «El libro de plomo» que como número extraordinario extraordinario celebramos por concitar a hacedores de las tres etapas –si son tres– de «Empireuma» (véase «Libro». En «Vaciando el aire de las caracolas». Diario de la Vega. https://www.diariodelavega.com/opinion-3/1751-vaciando-el-aire-de-las-caracolas-xiii).
Homenaje y adiós –»adiós definitivo» decía entonces Zerón– que afortunadamente tampoco ha sido porque ahora, con motivo del trigésimo aniversario de la edición de la revista y con el mecenazgo de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Orihuela, se ha tenido la sensibilidad de recordar esta emblemática publicación editando un número extraordinario también extraordinario. Número especial en el que hemos tenido el privilegio de colaborar.
Al hilo de este número conmemorativo –presentado en La Lonja el veintiocho de abril pasado, presentación bien llevada por José Cantabella, José Luis Zerón y Ada Soriano–, José María Piñeiro, cimiento también fundamental de «Empireuma», publicaba un artículo en su blog donde decía que una revista literaria es «como una nave espacial». Por su parte José Luis Zerón en la introducción de obligada lectura que ha escrito para el número que nos ocupa, habla de la «nave empireumática». Nave espacial, nave empireumática… nos sirve para, agradecido por haber participado en esta edición, vernos, no obstante, como polizón. Sobre todo por apreciar desde la lectura de la introducción preciosa que hemos recomendando, la labor de quienes remeros constantes y pertinentes han hecho literatura y tanto por la literatura en estos treinta años. Desde «Empireuma»: Olor. Sabor. Brasa.
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