Vaciando el aire de las caracolas…CXIV

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recorregut

Recorregut

Mateo Marco Amorós 
 

El jueves veintitrés de abril se presentó en Orihuela un opúsculo-guía titulado «Oriola. Referent de la cultura valenciana. Un recorregut pel nucli històric». En la presentación participaron los profesores Jesús Millán, Brauli Montoya, Gregorio Canales y Rosa Martínez, Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Orihuela. Presentada la guía jueves, el viernes por la tarde se materializó lo escrito realizando un paseo por la ciudad guiado por Jesús Millán. Un lujo.

Viviendo en Orihuela, nos gustaría no tener que señalar que la publicación está escrita en valenciano y el recorrido fue «recorregut» por ser las explicaciones también en valenciano. Nos gustaría no tener que señalar esto, ni siquiera la necesidad de justificarlo dentro del buen quehacer del Aula Antoni Almúnia de conversa en valencià d’Oriola, porque el valenciano puede ser una lengua más nuestra.

Viviendo en Villena, ciudad castellana y castellanoparlante, me crié entre valencianos, primero de mañaco estimando la lengua de los vecinos de mi abuelo –apicultores oriundos de Fontanars dels Alforins– y de sus parientes de la Casa la Vereda, tierras de lindes entre reinos. Donde el agua de los pozos antaño generosos, hoy mermados. Merma que no sabe de fronteras. Una lengua que por ello me sabe a miel y a agua fresca de un pozo que se resistía a agostarse. También, a lo largo de mi infancia y juventud, en el colegio y en el instituto, comarcales, tuve la posibilidad de convivir con compañeros valencianoparlantes. De Onil, de Castalla, de Biar y de la Canyada de Biar, de la Font de la Figuera, de Banyeres, de Beneixama, de El Camp de Mirra… Con lo cual, si sí tengo conciencia de cuándo comencé a hablar valenciano, no la tengo de cuándo empecé a entenderlo. Esto me parece que de siempre. Entonces no existía el valenciano como asignatura.

Volviendo a la guía, se abre con una presentación firmada por Santiago Grisolia, President del Consell Valencià de Cultura. Otro lujo. Es un texto breve pero lleno de elogios al patrimonio cultural oriolano. En esta introducción, el sabio Grisolia, entre otras cosas hermosas que dice de Orihuela, afirma rotundo: «No podem permetre’ns que la resta de valencians no conega la ciutat, com que cada oriolà no es reconega com valencià militant.» («No podemos permitirnos que el resto de valencianos no conozca la ciudad, como que cada oriolano no se reconozca como valenciano militante.») Vista la guía, disfrutado el «recorregut»: Anem, Oriola!

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