Absurdo literal
Mateo Marco Amorós
Luis Calero, profesor de Filosofía en el Tháder de Orihuela, nos ha traído un nuevo libro. Se titula «Absurdo literal» (Editorial Neopàtria, Alzira). Es un libro divertido e inteligente que juega con el significado de las palabras. Un ingenioso diccionario en el que las palabras significan otra cosa distinta del significado fijado –y limpiado– por la RAE. Aquí el divertimento, aquí la locura, aquí el absurdo literal. Porque imaginemos que queremos adquirir en una tienda de animales un «canario» y… Y el dependiente nos aparece con un perro –can– pastor alemán –ario. ¡Claro, can-ario! Y así muchos ejemplos.
En «Absurdo literal» los étimos de objetos, calificativos o acciones son reinterpretados por nuestro filósofo y escritor a partir de una lectura literal del concepto bien para constreñir su significado, bien para ampliarlo, según casos. Bien, incluso, para decir lo contrario de lo que dice oficialmente. No en vano el libro se subtitula «Figuraciones semánticas para una realidad inversa». Así –adelantemos algunos ejemplos más– un «chuletón» resulta ser un «chulo de Letonia». «Comprobar» –compro-bar– es adquirir un bar. «Diabético», la «fecha en que el Real Betis Balompié celebra su día del club». Día-bético. «Insigne», «sin señal o distinción alguna». Así hasta más de 1.600 entradas que vienen a ser casi 2.000 definiciones y más de 550 comentarios. Una obra titánica en la que tiene mérito la coherencia del producto manteniendo lucidez, agudeza, coherencia y… compromiso. Porque también hay ideología en la explicación de algunas voces. Ideología en unas, ternuras en otras. Hay definiciones en el libro –estas nos han gustado mucho– en las que Calero echando mano de recuerdos nos trae su infancia rural que, en parte, es también nuestra infancia. La suya en tierras extremeñas, la nuestra en el interior de nuestra provincia, cuando vivíamos una España que era más campo.
Cuando conocimos «Absurdo literal» apreciamos una calidad y bellezas si se quiere esperpénticas. Valle Inclán en «Luces de Bohemia» pone en boca de Máximo Estrella aquello de que las imágenes más bellas, deformadas, resultan absurdas. En la pluma de Calero la deformación de la belleza que encierra acaso el significado de las palabras se transforma en otra belleza
El próximo jueves, siete de mayo, «Absurdo literal» se presenta a las ocho de la tarde en la Lonja de Orihuela. Con epílogo de Manuel García, ilustraciones de Kikelín y prólogo de un servidor. Y lo dicho: se trata de un libro divertido e inteligente.
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