Optimismo
Mateo Marco AmorósA vueltas con la repoblación forestal de la Sierra de la Muela en Orihuela –estamos en 1927–, en un artículo titulado «Juventud y optimismo», el farmacéutico Ginés Marcos escribe contra cualquier desaliento vistas las características del suelo en la sierra oriolana. Cierto que las condiciones edáficas no favorecen la empresa, pero otras experiencias en otros lugares, lejos y cerca, justifican la esperanza del articulista.
Lejos, alude a lo realizado en California donde «con una tenacidad irresistible se ha conseguido poner en condiciones de producción ventajosa para la competencia comercial, ya no se trata de pinos solamente, regiones inferiores muchas de ellas, a gran parte de las que en España esperan la mano que las eleve a la categoría de tierras aptas para el cultivo más elemental.» Cerca, nombra a Sierra Espuña; donde dice que «se han clavado cerca de cincuenta millones de pinos, y el suelo con más o menos tierra, con más o menos resquebrajaduras, (…) es de la misma naturaleza química y geológica.» Y aún más cerca, pone como ejemplo de posibilidad, para el optimismo, las plantaciones de los Sres. Madaria y Pescetto (Véase Jines –sic por Ginés– Marcos, «Juventud y optimismo». En «El Pueblo», 166, Orihuela, 22.06.1927). Esto tras una divagación introductoria infumable propia del estilo de la época. Y más cuando el discurso se emperifolla con ínfulas eruditas.
También en este artículo, Ginés Marcos reivindica el valor higiénico de la repoblación. Lo que aprovecha para pedir para la causa colonizadora el concurso del médico José María Ballesteros, médico –como nos recuerda Aníbal Bueno en su diccionario biográfico «Personajes en la Historia de Orihuela»– con cultivada vocación escritora, médico que por aquella época publica en el mismo semanario artículos sobre higiene.
Finalmente se felicita Marcos por la buena acogida que ha tenido la idea de la repoblación forestal en las esferas oficiales, «como corresponde –dice panegirista– al sentimiento de alto patriotismo en que inspiran sus actos nuestro dignísimo alcalde y demás autoridades del Concejo.» La asociación entre repoblación forestal y patriotismo es frecuente en la época. Igual que decir política de regadíos y lucha contra el analfabetismo. Empresas alimentadas en el «Regeneracionismo». Y cierra Marcos su meandrizante artículo agradeciendo los escritos de Nik y esperando la colaboración de José Hernansáez, catedrático de Agricultura en Cartagena y propagandista Social Agrario que, junto con su hermano Pedro, catedrático auxiliar de la Universidad de Murcia, había visitado Orihuela el domingo doce de junio de 1927 con el objeto organizar unas conferencias sobre técnica agrícola (Véase «Noticias». En «El Pueblo», 165, Orihuela, 15.06.1927).
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