El CEIP Azorín de Catral celebra durante todo el año multitud de actividades en torno a los piratas, la temática escogida este curso para conmemorar el Día del Libro
Aprender sí, pero diferente. Este es el objetivo que se marcan cada año los profesores del Colegio Público Azorín de Catral que, desde el mes de septiembre y coincidiendo con el inicio del curso, incorporan a muchas de sus clases la temática escogida para la ‘semana cultural’ que ya ha pasado a ser de quince días y que culmina con la conmemoración, cada 23 de abril, del Día del Libro.
Y es que, cada curso escolar un grupo de profesores se encarga de seleccionar el tema que mejor se adapta a todos los alumnos del centro -tanto de Infantil como de Primaria-, adecuado al nivel en el que se encuentra el niño y en torno al que giran muchas de las actividades que se mantienen hasta prácticamente el final de curso pero, especialmente, en la ‘semana cultural’.
En esta ocasión, según explica en una entrevista a DIARIO DE LA VEGA una de las maestras y miembro de la comisión organizadora, Conchi Rocamora, se han decantado por los piratas, un tema con grandes recursos como se puede comprobar en cada rincón del centro, decorado por niños y profesores en torno a este tema y con actividades que giran alrededor de este asunto.
El objetivo de esta iniciativa, que se acerca a su vigésimo aniversario, es que los alumnos entiendan que el libro es “algo lúdico que te invita a soñar y divertirte, y con el que puedes viajar a otros países y conocer otras culturas”. Así lo expresa esta maestra, quien insiste en la intención de que el libro “se lleve a todos los terrenos de la vida diaria”.
Y con los piratas como protagonistas en la mayoría de las asignaturas, durante el curso y gracias al trabajo en clase de libros piratas o la incorporación a las asignaturas habituales –matemáticas (problemas), lengua, conocimiento del medio o plástica-, los alumnos aprenden vocabulario e historias sobre este recurrente tema.
Sin embargo, a la vuelta de las vacaciones navideñas maestros que se incorporan a la comisión organizadora y alumnos comienzan el trabajo más intenso ya que, durante los meses previos a la celebración del 23 de abril, todo ellos preparan y colocan los decorados que durante la ‘semana cultural’ de abril visten las paredes y rincones del centro educativo.
Mientras un barco pirata recibe a los niños en el patio del colegio, los pasillos se han engalanado con decorados del interior del barco, animales del mar o motivos selváticos. Así mismo, muchos de los rincones del centro se han vestido con espacios propios que recrean partes de las historias que rodean a los piratas.
Precisamente estos lugares son visitados por todos los niños del centro durante los días previos al 23 de abril como una actividad más de esa ‘semana cultural’, durante la cual siguen aprendiendo gracias a las poesías, cuentos o adivinanzas que se colocan en estos rincones y que finaliza en la biblioteca del centro, donde los más pequeños pueden disfrutar de los nuevos libros que se han incorporado en torno a esta temática.
Durante estos quince días, durante los cuales se culmina del mismo modo el trabajo de los últimos meses, los alumnos han disfrutado así mismo de películas de piratas o cuenta-cuentos y magos.
Pero este trabajo no queda solo para alumnos o profesores puesto que, el último día de esta ‘semana cultural’, el 23 de abril y coincidiendo con la celebración del Día del Libro, el centro realiza una jornada de puertas abiertas para que los padres puedan conocer el trabajo realizado con gran entusiasmo por sus hijos.
Precisamente la colaboración constante y la “alegría” con la que los niños acogen esta actividad, ya consolidada en el centro, es el motivo y el motor para que cada año, los maestros se esfuercen en escoger el tema sobre el que se trabajará durante todo el curso con el fin de que los niños incorporen a su día a día aspectos sobre la cuestión escogida y aprendan, sí, pero de una forma diferente.
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