Distintas publicaciones en Facebook acusan a la joven de ser la agresora de Murcia aunque no lo es
Triana, de 18 años, lleva toda la semana sin ir a la universidad por miedo a salir sola
«Me llamo Triana, tengo 18 años, soy de Alicante y no tengo nada que ver con la agresión que se produjo en Murcia. Estoy viviendo una pesadilla y necesito que la gente sepa que yo no he hecho nada«. Es el grito desesperado que esta joven de la Vega Baja ha hecho a través de sus redes sociales tras recibir amenazas e insultos de desconocidos al ser confundida con una de las agresoras detenidas el pasado domingo por dar una paliza a mujer a las puertas de un pub de Murcia.
La fotografía de Triana se ha difundido por internet dando por hecho que es una de las agresoras de Murcia, provocando que reciba mensajes amenazantes acusándola de un episodio con los que no tiene absolutamente nada que ver. El motivo es el parecido físico que comparte con la agresora, especialmente el singular corte de pelo. “Tenemos el mismo peinado, si me conoces sabes que no soy yo pero si ves el vídeo (de la agresión) rápido me puedes confundir”, explica Triana a Diario de la Vega.
Según relata, todo comenzó el lunes por la noche cuando la joven comenzó a recibir en su whatsapp capturas de pantalla de sus amigos que la alertaban de que su imagen estaba corriendo como la pólvora en redes sociales y en grupos de ultraderecha donde la insultaban y la acusaban de ser una de las mujeres que pegó una paliza a otra en Murcia el pasado fin de semana.
A partir de entonces empezó a recibir insultos y amenazas directas a través de Facebook y Twitter. Dos redes sociales que ha tenido que suspender de momento. La situación ha provocado que la joven no pueda asistir de momento a la Universidad de Murcia, donde cursa Ciencias Políticas, por miedo a salir sola.
Ante estos hechos ayer denunció ante la Policía Nacional las amenazas que está recibiendo y ya trabajan para identificar a los responsables de las mismas. Los agentes han recomendado a la joven que intente hacer vida normal y que lleve encima un aerosol de gas pimienta para defenderse en caso de una hipotética agresión. “Por protocolo no pueden poner escolta”, explica.
Deja tu comentario