Un Torrevieja de circunstancias cae en la copa por penaltis

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El empuje de la nueva hornada de canteranos, lo mejor de la eliminatoria contra el Almoradí

El SC Torrevieja (de Primera Regional) empató en el tiempo reglamentario contra el Almoradí (de Preferente) y perdió en la tanda de penas máximas, con lo cual es el cuadro almoradidense quien pasa de ronda en la «Nostra Copa». Los salineros habían eliminado al Guardamar (de Segunda Regional), al Montesinos (de primera regional) y al Thader de Rojales (preferente), venciendo a este último también en la tanda de penas máximas, pero en esta ocasión los lanzamientos torrevejenses no fueron tan precisos.

En la cancha había morbo por la abundante presencia de ex jugadores de ambos equipos ahora defendiendo la camiseta rival. Por citar algunos, Luis Carlos y Saúl defendieron con anterioridad la camiseta del CD Torrevieja, mientras que en el SC Torrevieja juegan ex futbolistas del Almoradí como Kike Granados, Ortiz, Manu Amores o Burguillos, cuya clarividad se echó en falta en la medular torrevejense. Sea como fuere, la mejor sensación del partido la ofrecieron los juveniles locales Ruan y Omar, que en un partido de mucha exigencia cumplieron a gran nivel tanto en defensa como en ataque, ejemplificando que hay un futuro más que interesante en la cantera local. Eso sí, hay que continuar ganándoselo, porque como dijo Cruyff, lo difícil no es llegar, sino mantenerse.

Volviendo a lo que ocurrió en la alfombra artificial del Esteban Rosado, el Torrevieja acusó las bajas y se vio forzado a alinear jugadores fuera de posición. Y aunque el Almoradí comenzó más entonado, el ecuador del primer tiempo fue netamente salinero, que a base de coraje y lucha difuminó cualquier diferencia de categoría. Al llegar al descanso los dos equipos habían creado ocasiones para irse al menos con un tanto en el zurrón.

En la reanudación la tónica fue parecida y ningún equipo cejaba en el empeño pero fue Tono quien ponía en franquicia para los visitantes la eliminatoria. Pero la salida de Gonzalo, la brega local y el apoyo incondicional del público torrevejense obraron el milagro cuando los locales estaban a punto de resignarse y echar la persiana. Llegaba el 1-1 casi sobre la bocina y se forzaba una tanda de penas máximas en la que podía ocurrir de todo. Sin duda el momento de catarsis vivida con el gol hará recordar a plantel y afición que, pasara lo que pasara, ese espíritu de lucha es el que no debe perder nunca esta familia deportiva. Y lo que pasó fue que el Torrevieja marró dos penas máximas mediante Kike y Gonzalo y el Almoradí convirtió las que lanzó.

Las tres eliminatorias coperas vencidas por el Torrevieja y esta última han servido a los locales como banco de pruebas y como experiencia inolvidable en sus momentos cruciales, pero la eliminación aleja cualquier caramelo envenenado en forma de saturación competitiva y permite a los jugadores de Carlos Pérez dosificar fuerzas para los importantes y exigentes objetivos que quedan en liga.

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