La iniciativa parte de la Concejalía de Cultura y cuenta con un boceto del artista Alfonso Ortuño trasladado a la pared por Mario García y Mariano Sáez
Un mural vistoso ideado por el genial pintor Alfonso Ortuño y plasmado por los artistas Mario García y Mariano Sáez rinde homenaje a la Semana Santa de Orihuela, declarada de Interés Turístico Internacional.
El nuevo mural se puede ver desde hace un par de días en la calle Salitre, ubicado frente al Casino de Orihuela, y está cosechando muy buenas críticas de los vecinos a través de las redes sociales.
La idea partió de la Concejalía de Cultura, dirigida por Mar Ezcurra, puesto que contaban con permiso para poder intervenir en esa pared y la intención era darle vida a través de una recreación artística. En conversaciones con la Junta Mayor de Cofradías se decidió hacer un homenaje a la Semana Santa de la ciudad. Se presentaron varios bocetos y, finalmente, se decidió plasmar uno ideado por el artista oriolano Alfonso Ortuño.
Para la tarea de plasmarlo sobre la pared la Concejalía contactó con Mario García y Mariano Sáez, ambos cuentan con una amplia trayectoria de decoración mural en el municipio y han participado en los Murales de San Isidro. En cuatro días lograron culminar el mural.
El mural tiene unas dimensiones de 25 metros de largo por 2,5 de ancho. se divide en tres partes y ordena cronológicamente la Semana Mayor de Orihuela. En la primera aparece la Centuria Romana, en otra parte se representan las distintas cofradías por orden de salida durante la Semana Santa y en la tercera fase se hace un homenaje a las Mantillas y al Caballero Cubierto. Está previsto intervenir sobre otra pared anexa para poder completar el mural con motivos sobre el Santo Entierro, una de las procesiones más peculiares de la Semana Santa en toda España.
Los artífices del mural, Mario García y Mariano Sáez, han explicado en conversación con Diario de la Vega su “satisfacción” porque el Ayuntamiento lleve a cabe este tipo de iniciativas que dan visibilidad al arte mural y ponen fin a los prejuicios existentes contra el ‘graffiti’, ya que esta práctica, si se hace con los permisos correspondientes, permite embellecer la ciudad.
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