La representación de la Vega Baja en las Marchas de la Dignidad ha recorrido más de 500 kilómetros a pie reclamando ‘Pan, Techo y Trabajo’
Desde que el pasado 9 de febrero comenzaran a andar José Andrés, Paco, Pilar y los demás compañeros que han recorrido la Vega Baja y los 421 kilómetros que separan Elche de Madrid los marchantes por la dignidad de la Vega Bajan han dado más de un millón de pasos por la dignidad reclamando ‘Pan, Techo y Trabajo’. Ellos son personas anónimas que han puesto en sus piernas y sus mochilas las ganas y los ánimos de todos los que físicamente no han podido recorrer con ellos a pie el camino que separa la comarca de la capital, pero sí les han acompañado cada día a través de las redes sociales y en los 7 autobuses que desde la Vega Baja salieron rumbo a Madrid el pasado sábado 22 de marzo para participar en la gran Marcha de la Dignidad que colapsó el Paseo de la Castellana en lo que algunos han calificado como la “manifestación más multitudinaria de la democracia”.
Mirando la cara de José Andrés, que ha perdido una importante cantidad de peso durante el camino, se ve la emoción reflejada en sus ojos cuando se abraza a la reportera de Diario de la Vega desplazada hasta la denominada columna del mediterráneo para realizar con los caminantes de la Vega Baja el último tramo de esta marcha, los 20 kilómetros que separan Rivas Vaciamadrid de Atocha, punto en el que se dieron cita las columnas llegadas desde todos los rincones del Estado. José Andrés ¸ miembro de la PAH de Orihuela, manifiesta además del cansancio un profundo sentimiento de emoción por la acogida que han tenido en todos y cada uno de los pueblos que han atravesado: “la gente se volcaba con nosotros”, explica visiblemente emocionado y las lágrimas asoman a sus ojos. Ojos que han recorrido media geografía española para unirse a millones de ojos que asistieron a la sinfonía de cánticos que llenaron las calles de Madrid el pasado sábado.
Pilar, de Guardamar, también realizó el trayecto a pie, su pelo cano, sus arrugas y su edad no le han impedido salir a andar para defender lo único que le queda, su dignidad “porque lo demás ya me lo han quitado todo”, explica esta comunicadora retirada que, lamentablemente, está a punto de ser desahuciada de su casa. Ellos, junto con los demás caminantes son activistas por los derechos sociales, todos ellos los que han sido nombrados y los que no en esta crónica comparten un espíritu común, el espíritu de la lucha y la reivindicación constante que dejan ver en cada paso que dan, en cada grito en cada acción colectiva.
El sábado, DIARIO DE LA VEGA asistió al reencuentro emocionado de todos los que de una u otra manera se volcaron con la organización y la participación de la Vega Baja en las Marchas de la Dignidad 22M, un reencuentro en el que no faltaron las risas, las lágrimas y las anécdotas del camino. Un reencuentro del que fueron testigos los casi dos millones de personas a los que se unieron en Colón.
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