En este trabajo han participado un total de 285 niños de Rafal y los primeros resultados advierten de que los niños llevan una dieta «baja en consumo de frutas, verduras y pescados»
Un total de 285 niños de Rafal de entre 2 y 7 años –bajo autorización paterna- han sido objeto de estudio, entre los meses de junio y octubre de este año, del proyecto ‘Influencia de variables ambientales en el sobrepeso y obesidad infantil’, cuyo objeto es valorar la incidencia de estos factores en la primera infancia.
En concreto, los menores han sido evaluados nutricionalmente tomando su peso, talla, cintura, tensión arterial y pliegues cutáneos para determinar su estado nutricional y su porcentaje de grasa corporal. Del mismo modo, se han rellenado una serie de cuestionarios por parte de los padres en los que se recogen datos de la alimentación de los menores.
Los primeros resultados analizados muestran que el sobrepeso y la obesidad en estos niños suponen un 25,8% de la muestra, una cifra que coincide con la de 23 estudios internacionales.
Al analizar la dieta de estos menores se ha observado que no siguen un patrón alimentario adherido a la Dieta Mediterránea, ya que un 63,4% de los niños obtienen puntuaciones asociadas a una dieta de “muy baja calidad o con necesidad de mejorar”. Del mismo modo, se ha detectado un “bajo consumo de frutas, verduras y pescados entre estos niños”.
Así, una de las primeras conclusiones de este estudio es que es necesaria una “intervención nutricional ya entre los preescolares” para reducir las cifras de sobrepeso y obesidad posteriores, y para evitar el riesgo de la temprana aparición de diversas patologías que esto conlleva.
En este estudio se ha observado una mayor tendencia de sobrepeso y obesidad entre las niñas, así como que el porcentaje de grasa corporal aumenta a medida que se incrementa el peso en estos menores.
Asimismo, el proyecto concluye que el estado nutricional está significativamente relacionado con la obesidad abdominal. En los grupos de sobrepeso y obesidad existe una mayor acumulación de grasa abdominal, “siendo ésta un mejor pronóstico que la obesidad absoluta para el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2”.
Este estudio se ha desarrollado gracias al convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Rafal, la Universidad de Alicante (UA) y la Universidad Miguel Hernández (UMH). El proyecto tiene como investigadora principal a Ana Isabel Gutiérrez, nutricionista clínica y doctoranda del departamento de Pediatría de la UMH.
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