Lo que más demandan son materiales sanitarios, vendas, gasas, ropa térmica comida en latas, cafés y productos de primera necesidad
Los ucranianos que viven en la Vega Baja asisten a esta guerra con absoluta angustia e inquietud. Desde que hace seis días estalló el conflicto no han dejado de movilizarse para ayudar en la medida de sus posibilidades a sus familiares, amigos o compatriotas.
En la cafetería Nueva Luna de Orihuela, ubicada en la plaza San Sebastián, cuya dueña y el camarero son ucranianos llevan dos días recogiendo enseres, ropa o comida. «Se nos ocurrió que no podíamos hacer otra cosa que ayudarlos desde aquí, porque tenemos allí nuestra familia, y a través de las redes sociales dijimos que íbamos a recoger cosas aquí para poder enviarlas», explica Oleksandr Slesarchurk, camarero, a Diario de la Vega mientras las voluntarias se afanan en separar y empaquetar todo lo que va llegando.
La respuesta tanto de los compatriotas como de los oriolanos les ha desbordado. El trasiego de personas llegando hasta esta cafetería para dejar su aportación es constante.
“Lo que más nos demandan son materiales sanitarios, vendas, gasas, ropa térmica comida en latas, cafés y productos de primera necesidad”, indica Oleksandr.
Oleksandr lleva años en España pero buena parte de su familia vive en Ucrania y estos días los vive con mucha angustia. «Estamos muy preocupados porque ellos están viviendo miedo y terror, están todo el día encerrados sin saber qué va a pasar», relata.
Las personas que deseen ayudar pueden continuar llevando sus aportaciones en forma de ropa, comida no perecedera o medicamentos a la Cafetería Luna durante su horario de apertura. Todo lo que recojan lo harán llegar a Ucrania en los próximos días.
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