El resultado de las urnas el pasado 24 de mayo fue muy claro: el 62% de los votantes de Torrevieja se manifestó en contra de la continuación de la corrupción. El PP perdió la mayoría absoluta y se quedó en 11 concejales frente a otros 6 partidos que obtuvieron 14 ediles. Pero, de cara a la elección del alcalde el próximo 13 de junio, el panorama se presenta complicado.
El Partido Popular busca gobernar con el apoyo de los dos ediles de Ciudadanos o, en su defecto, conseguir que se abstengan y faciliten así la designación de Eduardo Dolón como alcalde por ser el candidato de la lista más votada en las elecciones.
Cinco partidos que suman 12 ediles (PSOE, Los Verdes, Sueña, APTCe y EU) han entablado negociaciones para impulsar una candidatura alternativa frente al PP que ponga fin a la corrupción y a la prepotencia en el gobierno de la ciudad.
Ciudadanos, que en principio parece tener en sus manos la llave de la alcaldía, se mantiene bastante ambiguo en sus declaraciones.
Nadie puede perder de vista el resultado de las elecciones: PP y Ciudadanos sacaron un total de 10.577 votos (44,66%); PSOE, Los Verdes, Sueña, APTCe y EU obtuvieron en conjunto 12.083 votos (51,02%), porcentaje que aumentaría si se les añadieran los 317 votos de la falsa lista verde (12.400 votantes y 52,36%).
Ciudadanos tiene la llave del futuro gobierno local, pero esa llave puede quemarle las manos. De lo que haga este partido emergente, y aún poco enraizado en Torrevieja, dependerá su futuro de cara a futuros comicios. No hay que olvidar que las elecciones generales están a la vuelta de la esquina.
Si Ciudadanos opta por formar gobierno con el PP o si se abstiene para facilitar la alcaldía de los populares, su credibilidad como partido que apuesta por el cambio político y contra la corrupción, quedará seriamente dañada, máxime cuando la historia del PP torrevejense se ha caracterizado por la compra de voluntades políticas de concejales y miembros de otras formaciones políticas.
Ciudadanos podría optar por integrarse en una coalición de 6 partidos que sumarían 14 concejales frente a los 11 del PP.
Ciudadanos también tiene la opción de votar al alcalde alternativo que propongan conjuntamente los 5 partidos que han manifestado taxativamente querer el cambio político en Torrevieja y que representan a la mayoría de los votantes, aunque sin integrarse en el equipo de gobierno. Quizás esta última opción sea la más acorde con la credibilidad que Ciudadanos pretende mantener de cara a las elecciones generales.
Torrevieja está en una encrucijada políticas, pero también lo está Ciudadanos; la ciudad se juega la alcaldía y Ciudadanos su credibilidad.
La formación naranja tiene un doble hándicap en nuestra ciudad: en las elecciones autonómicas (2.848, 12,66%) sus votos duplicaron a los obtenidos en las municipales (1.582, 6,68%), y su cabeza de lista no es de Torrevieja ni reside en la ciudad.
En esta situación, si Ciudadanos da su apoyo al PP, por activa o por abstención, aparecería ante la ciudadanía como la marca blanca del PP y se levantarían sospechas de venta política. Y, además, cometería la gran torpeza de dar su apoyo a su principal rival electoral. ¿O acaso el crecimiento de Ciudadanos no se está haciendo a costa de exvotantes del PP?
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