La Ruta Sijeana transitó los lugares más representativos para José Marín que el pasado sábado habría cumplido 100 años
«Pueblo donde ha nacido y agonizado esta gran criatura: todos los homenajes que le hagamos se los merece». Estas palabras reproducidas por Miguel Hernández en la Plaza de la Pía tras la muerte de Ramón Sijé han traspasado el papel para convertirse en hechos con la celebración de la segunda ruta Sijeana en honor a José Marín, nombre real de Sijé.
El ilustre oriolano, que el pasado sábado, día 16, hubiera cumplido cien años, recibió ayer de su ciudad y de muchos de sus conciudadanos un merecido homenaje. Casi siempre a la sombra de Miguel Hernández, el protagonista fue él y los rincones más representativos en los que transcurrió su corta e intensa vida a la que unas altas fiebres pusieron fin en la Nochebuena de 1935.
El número 27 de la calle Mayor, donde nació, la Catedral, donde fue bautizado, el Casino o la actual Plaza Marqués de Rafal, que fue bautizada por primera vez con el nombre de Ramón Sijé, fueron algunos de los lugares visitados, en una caminata siempre amenizada por la Historia, la anécdota y la inevitable poesía.
La visita a la tumba del escritor oriolano, en el cementerio de la localidad, puso fin a la Ruta Sijeana con la que acaban también los actos del ‘Octubre Hernandiano’ que en este 2013 se han alargado hasta mitad de noviembre debido a la celebración de los 100 años de Ramón Sijé.
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