Si me dices adiós

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Mateo Marco Amorós / Nostalgia de futuro

Joaquín Marín / Fotografía

El día en que Shakira presentó la canción BZRP Music Sessions #53 no hubo telediario que dejara de atenderla. La contundencia de la letra con directas indirectas a su expareja, incluidas alusiones contra la nueva pareja de su expareja, ¡qué quieren que les diga! Cada uno, buscando el desagravio, escoge libre las armas para la venganza. Cuando los duelos en el pasado, florete, espada o pistola. La canción es pura puñalada.

Uno entiende el dolor de la ruptura, pero no el desquite agresivo que suma dolor al dolor. Pero el personal parece que se divierte. Salivamos como perros ante el malestar ajeno. Circo. Pan y circo. Al contraste, mientras escuchaba la dichosa canción me venían a la memoria dos bellezas, canción y poema, que pudieron nacer de algún desamor. La canción, en realidad, nace del amor pero vislumbra la posibilidad del desamor. El poema, claramente del desamor porque son versos de despedida, si bien despedida feliz.

La canción, de Lluís Llach, es la titulada «Que tingem sort». Una bellísima declaración de amor que en su primera estrofa contempla, no obstante, el riesgo de la no correspondencia. Que si fuera, no hay reproche. Todo lo contrario, hay si cabe más amor al desear a la persona perdida lo mejor. Dice: «Si em dius adéu, / vull que el dia sigui net i clar, / que cap ocell / trenqui l’harmonia del seu cant. / Que tinguis sort / i que trobis el que t’ha mancat / en mi». (Si me dices adiós, / quiero que el día siga limpio y claro, / que ningún pájaro / rompa la armonía de su canto. / Que tengas suerte / y que encuentres lo que te ha faltado / en mí). El poema, «Happy Ending» de Jaime Gil de Biedma, aún mostrando desdén en los últimos versos, también es muy elegante: «Aunque la noche, conmigo, / no la duermas ya, / sólo el azar nos dirá / si es definitivo. // Que aunque el gusto nunca más / vuelve a ser el mismo, / en la vida los olvidos / no suelen durar».

En fin, todo esto comparado con la letra de la de Shakira… ¡Qué quieren que les diga! Hiel y miel.

1 Comentario

  1. Pues sí es cierto. Yo, la verdad, he de confesar que no la he oído por el hecho de la importancia mediática del tema, pero intuyo que debe ser de aúpa.
    Y es que las reacciones ante la ruptura son diversas y, como esta, vengativa.
    Yo prefiero las canciones de amor, mientras dure.

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