Mateo Marco Amorós / Nostalgia de futuro
Joaquín Marín / Ilustración
En alguna lección de Historia nos ha resultado útil recurrir a esa escena de la película «2001: Una odisea del espacio» en la que un homínido, una vez que ha descubierto que el hueso de un tapir puede como herramienta catapultar la utilidad de su mano, lanzándolo al vuelo, el hueso se transforma instantáneamente en una nave espacial. Los que entienden de cine consideran esta escena como uno de los Match-cut –o continuidad cinematográfica– más famosos de la historia del séptimo arte.
Los que no sabemos mucho de técnicas cinematográficas pero sí un poco de Historia, consideramos que la genialidad de Stanley Kubrick, ambientada con el «Danubio Azul» de Johann Strauss hijo, resume gráficamente y de manera ejemplar lo que fue la Prehistoria de la Humanidad: un dilatado periodo –hueso, piedra, madera…– frente al suspiro de nuestra era. Lástima que desde entonces hayamos dado un uso violento, como en la película, a muchas herramientas.
Pues bien, finalizando el año, la célebre imagen cinematográfica nos vino a la memoria porque Hacienda nos comunicó que tenemos pendiente una devolución reclamada. Tramitada la solicitud con la profesionalidad que le caracteriza por GESTORÍA GEYSA, de Villena, nos ha sorprendido que la Agencia Estatal de Administración Tributaria, atendidos en cada momento, en tiempo y forma, los trámites precisos determinados: notificación telemática, pagos, reclamación justificada… atendidos mediante herramientas y servicios en línea gracias a internet y al Certificado digital, Clave Permanente, Clave Pin o DNI electrónico, resuelto a nuestro favor lo reclamado, nos ha sorprendido –decíamos– que Hacienda nos indique que «para el pago de esta devolución se ha emitido cheque que recibirá a través de correo postal».
Esto, correo postal y cheque frente a transferencia, conociendo la agencia tributaria el número de nuestra cuenta corriente, resulta un retorno al hueso. Al revés de lo de Kubrick. Así que cuando recibamos lo reclamado que nos correspondía, cuando a través del correo postal nos llegue el referido cheque, nos tocará acudir a alguna oficina bancaria para que nos lo hagan efectivo o ingresen en cuenta. Vivir para ver. Retorno al hueso. A la Prehistoria. Una odisea… despacio.
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