La grúa, de cuarenta y cinco metros de altura, no pasaba ningún tipo de mantenimiento desde que se abandonara en 2007
«¡Y por se llevaron la grúa!». Eso habrán tenido que pensar los vecinos de la calle de La Cruz de Catral después de que la empresa propietaria de la grúa, que durante nueve años se erigía sobre sus cabezas, haya desmontado el titán de hierro que desde 2007 mantenía les mantenía en vilo.
Durante nueve años, los vecinos han tenido que soportar las molestias y peligrosidad de una grúa de cuarenta y cinco metros de altura que quedó abandonada en una construcción. Esto ha sido posible, según apuntan desde el Consistorio, gracias a las gestiones realizadas por el concejal de Obras Juan José Vicente para que la mercantil propietaria procediera a retirar, como finalmente lo ha hecho, la estructura del cielo de la localidad.
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