El CF Torre Levante goleó sin miramientos al CD Torrevieja (3-0)
La competición volvió a darle un revolcón de realidad al CD Torrevieja. Cabe recordar que la plantilla continúa sin compensar, con incorporaciones de emergencia y con el número justo para afrontar los partidos. Y que los rivales conocen las debilidades salineras, que son demasiadas, y cumplen con su obligación aprovechándose de ellas. Tales condiciones pesaron en extremo para la utopía de celebrar una tercera victoria consecutiva. Porque en el municipal de Orriols, feudo que ya habremos de incluir en la lista de los que se nos atragantan, nunca tuvimos opciones ante un conjunto local más metido —o sea, metido— en la lid y más dispuesto —o sea, dispuesto— para la tarea. De hecho, mucho teníamos que agradecer a la fortuna por habernos marchado al descanso con la mínima desventaja. Superados en todos los terrenos, en intensidad y colocación, en velocidad y anticipación, y además con enormes boquetes en la defensa —esta línea no cuenta con especialistas—, lo más positivo en el intermedio consistía en que habíamos mantenido un 1-0 que todavía nos permitía albergar alguna esperanza.
A pesar de ser diestro, el primer debutante Adri hubo de ocupar la demarcación de lateral izquierdo. Echando de menos a Juanmi, el acompañante esta vez de Carrasco en el centro de la zaga sería Buza, que muy pronto acusaría su inadaptación a tales menesteres. El tanto de Olcina allanó el camino para los de Raúl Pérez, mientras el Torrevieja se enfrentaba a ochenta y nueve minutos con la necesidad de llevar la iniciativa, si no durante todo ese tiempo, al menos durante el exigible como para responder a una desventaja en el marcador. Pero, lejos de estabilizar la situación, los visitantes continuaban imprecisos en todas las zonas, y más significativamente en la retaguardia. De otro innecesario pase errado en el área propia nació la ocasión de Reyes, que con Buba fuera del área envió en parábola al travesaño. Y al poco, Olcina disparó cruzado desde lejos, Buba rechazó como pudo dejando el balón muerto, y el guardameta salvó el posterior remate de Reyes. Se acumulaban los sustos y no había capacidad de reacción: el mediocampo se desenvolvía premioso ante la constante presión de los rojillos.
Por lo menos, mientras se mantuviera la mínima diferencia, el Torrevieja tenía el empate al alcance en cualquier acción inspirada. Pero en la reanudación la madera volvió a librarnos de encajar el segundo gol, al repeler el remate de Olcina. Estábamos jugando con fuego y nuestras únicas posibilidades radicaban en que el Torre Levante no apuntillaba con más dianas. Durante media hora, los visitantes se decidieron a asumir mayores riesgos para tratar de lanzarse a un ataque que, sin embargo, seguía sin funcionar, pues cada combinación moría casi antes de empezar, al empeñarse en el regate entre varios adversarios en lugar de ceder al compañero próximo. No había visos de que cambiara la coyuntura, ni siquiera con el doble cambio —quema de naves— ordenado por Pedreño. Con cada robo de balón, los valencianos ponían más peligro con lanzamientos largos a sus delanteros, que a la carrera disfrutaron de claras opciones de entrada, evitadas por el fuera de juego o por la eficaz acción de los centrales en sus apurados desplazamientos hacia atrás. En cualquier caso, el balance era muy desfavorable para el Torrevieja: amén de no acercarse al marco de Paredes, la amenaza de contragolpe era ostensible. De tanto tensarse, la cuerda tendría que romperse de un momento a otro.
En cuanto los de casa procedieran con algo de precisión, consumarían lo inevitable. Avisó Reyes con una arrancada con disparo final detenido por Buba con los pies. Pero no fallarían en la siguiente acción, completada por el capitán Gilabert. La afición de Orriols se mostró aliviada, después de ver cómo los suyos se habían manejado con un intranquilizador tanteo. Con todo resuelto, o casi, se volcaron los torrevejenses para tratar de poner algo de emoción. En esta fase anotamos la única ocasión reseñable, un gran pase de Dani Salazar para el otro debutante, David Soto, que ante la media salida de Paredes remató fuera desde la frontal. Como epílogo, en el enésimo envío para Reyes, Buba salió a la desesperada pero no pudo evitar que el delantero se quedara con el balón y, tras recorrer cincuenta metros en solitario, lo llevara a la red. Síntoma de la desorganización en este partido del Torrevieja, que vuelve a enfrentarse con su severo destino. Van pasando las semanas, hemos rebasado el primer tercio del torneo, y el problema fundamental no se ha resuelto. Las provisionalidades no pueden convertirse en norma, porque entonces lo normal será lo que nos ha vuelto a ocurrir.
Ficha técnica:
CF Torre Levante: Paredes, Toni, Chus, Adrián, Peralta, Mico (Maison, minuto 85), Víctor García (Yago, minuto 75), Gilabert, Reyes, Casero, Olcina (Aarón, minuto 58) .
CD Torrevieja: Buba, Vicente, Adri, Eugenio, Carrasco, Dani Salazar, Pastor (Martin, minuto 65), Booker, Damián, Lewis, Matheus (David Soto, minuto 65) .
Goles: 1-0 Olcina (minuto 1); 2-0 Gilabert (minuto 75); 3-0 Reyes (minuto 90).
Árbitro: José Antonio Morales Yuste, asistido en las bandas por Santiago Jacobo y Álvaro Tortajada Buj, amonestó a los locales Peralta, Mico, Víctor García, Adrián y expulsó a Yago con roja directa. Por parte de los visitantes vieron la cartulina amarilla Carrasco y Buba.
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