Mateo Marco Amorós / Bardomeras y meandros
Joaquín Marín / Fotografía
Cuando presentamos una reclamación, lo peor no es que no nos den la razón. Lo peor es que no nos contesten. Malas prácticas. Porque no contestar es decir que estudiarán tu reclamación «próximamente» y ese «próximamente» no sea ni en una semana, ni en otra, ni en otra, ni en otra. Que ese «próximamente» sea nunca. Así HIDRAQUA.
El nueve de septiembre reclamamos a HIDRAQUA una factura considerando que la lectura estimada de un periodo había repercutido, perjudicándonos, en la lectura real del siguiente. Con criterio ecológico el agua que consumimos sufre un incremento en su coste al rebasar ciertos límites. En Orihuela, los veintiún primeros metros cúbicos de nuestro consumo los pagamos a menor precio que los siguientes. Encareciéndose paulatinamente por bloques. Repercutiendo esto también en la cuota de servicio por alcantarillado; agrupándose aquí, los metros cúbicos consumidos, de quince en quince. En definitiva, que a mayor consumo se penaliza el coste de agua y alcantarillado.
Nuestra reclamación se justificaba en que si no leyeron anteriormente, la siguiente lectura lógicamente reflejó un consumo alto por acumular lo no leído en su momento, teniendo que pagar más caro lo registrado. Es por esto por lo que, sintiéndonos perjudicados, pedíamos a HIDRAQUA una compensación económica. La pedíamos sabiendo que en otras poblaciones, donde el agua está a cargo de otras empresas gestoras, habían devuelto dinero a los usuarios en casos similares. En Orihuela con HIDRAQUA no. A no ser que el «próximamente» sea dentro de… A saber. Hemos esperado el último recibo por si el «próximamente» se reflejaba de algún modo. Pero nada. Silencio. Como silencio ha sido cuando el veintinueve de septiembre, veinte días más tarde de nuestra reclamación, se la recordábamos a HIDRAQUA. Silencio salvo una contestación automática avisándonos de que había sido registrada. Nada más.
Cuentan que la HIDRA de Lerna era un despiadado monstruo acuático criado por la diosa Hera para prueba de Hércules. Serpiente de varias cabezas y pestilente hálito mortal, devastaba cosechas y ganados. Bien sabe el héroe lo que le costó vencer al bicho de agua. Tesón, ingenio y paciencia. ¡Bicho de agua! ¿HIDRAQUA?
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