Por la borda

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Mateo Marco Amorós/ A cara descubierta

Joaquín Marín / Fotografía

Ya podemos institutos e instituciones, o quien sea, organizar concentraciones y desarrollar actividades para sensibilizar en la igualdad de los sexos, educar el respeto mutuo, el compartir tareas y otros valores necesarios para la convivencia en un mundo mejor, ya podemos, que luego vendrá la tele y en un santiamén tirará por la borda toda la labor. Así un día en Operación Triunfo. Programa de máxima audiencia juvenil.

Aterrizó en el plató el novio de una de las concursantes. Emisión en directo. Hasta aquí emoción y alegrías. Pero… Sorpresa. Al instante de los besos, el novio cogió a la novia y, estrujándola, la aupó agarrándola por los glúteos. Por el trasero ansándola, dirían en mi pueblo. Ansándola como quien ase una botija grande de dos asas y la empina para beber estrellándola luego sobre las rodillas. Y no quedó ahí la cosa. Porque en la euforia del encuentro, cuando el presentador preguntó a la pareja que qué iban a hacer esa noche, el novio –precipitadamente «te lo digo, te lo digo»– lo dijo. Y dijo sin pelos en la lengua ese infinitivo de solo dos sílabas que empieza por «fo».

Sentimos espanto, pudor y vergüenza. También algo de pena. Nos dirán que tenemos sucias la mirada y la mente. Y que tras nuestro recato pueda ser que se esconda depravación y conductas reprimidas. Que somos antiguos. Pero… Nunca nos ha importado la vida sexual de nadie. Ni nos agrada ver manosear un culo. La relación íntima de uno con otro ha de ser íntima. Valga la perogrullada. Ahí la caricia, el roce común, la fusión para ser una sola carne. Susurro de palabras inmensas. El pregón es exhibicionismo. Charlatanería jactanciosa y macarra.

Pero sí. Fue como fue: aterrizó el novio y… Un desastre que otro día en la reedición del programa, en diferido, suprimieron. Y pensar que en el mismo programa una vez se rasgaron vestiduras porque una canción de Mecano dice «mariconez». Por eso tan cursi estuvieron a punto de cambiar la letra. Sobre la escena pregunto a algunos jóvenes que qué les pareció. Me dicen que bochornosa. Respiro.

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