José Manuel Dolón destaca el carácter reivindicativo de la jornada
El formato y la austeridad de la celebración del 9 d’Octubre, fecha en la que se conmemora desde 1338 la entrada de Jaime I ‘El Conquistador’ en Valencia el 9 de Octubre de 1238 tras los pactos realizados con Abul Djumal Zayyan para la capitulación de las ciudad.
Días antes del 9 de octubre los musulmanes que ocupaban Valencia desplegaron la ‘senyal del rey’, la conocida como Senyera sobre las murallas de Valencia en señal de rendición. El 9 de Octubre el rey entra en Valencia, una fecha que no fue olvidada y que desde que se empezara a festejar en el centenario ha perdurado hasta nuestros días a pesar de la prohibición de Felipe V tras la Guerra de Sucesión. Para sortear la prohibición los valencianos comenzaron a elaborar piuletes, tronadors y frutas en mazapán, que también se utilizan, colocados dentro de un pañuelo, como presentes ya que el 9 de Octubre es el día de los enamorados en Valencia. Esta costumbre viene desde el mismo día de la conquista de la ciudad, en que las mujeres de Valencia, regalaban a los conquistadores frutas frescas envueltas en pañuelos rústicos.
Toda la historia de la celebración es ajena a los actos organizados en Torrevieja, tanto por la corporación anterior, como por la actual que se circunscriben a la izada de bandera y la ejecución de los Himnos de España y de la Cominutat Valenciana. Sin discursos oficiales, ni mayor boato transcurrió un acto que poco tiempo más tarde desataría la polémica en las redes sociales por la cuatribarrada que lucía en la solapa el primer teniente de Alcalde, Pablo Samper, una tela para lazo que carecía de la banda azul de la Senyera Valenciana y que desde las filas del Partido Popular, más concretamente del concejal Joaquín Albaladejo se tildó de “pancatalanista” llegando a afirmar que el actual equipo de Gobierno “de izquierda Bolivariana” reivindicaba los símbolos independentistas catalanes.
Tras el acto oficial el alcalde calificó la jornada del 9 de Octubre como un día de celebración, júbilo, alegría y al mismo tiempo de lucha para tratar de conseguir los objetivos que como valencianos tienen que marcar el presente y el futuro” también recalcó la “satisfacción por sentirnos valencianos, pero también de reivindicación porque queda mucho por hacer en la Comunitat después de años de saqueo y expolio pero el nuevo gobierno está formado por personas que van a cambiar el sesgo político».
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