Pepe Ruiz se incorpora a la Asamblea de Síndicos del Oriol

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Los síndicos de las Fiestas de la Reconquista celebraron su tradicional comida de hermandad en el Casino Orcelitano

La Asamblea de Síndicos Portadores de la Gloriosa Enseña del Oriol se ha reunido en el Casino Orcelitano, por primera vez tras la pandemia, y ha celebrado seguidamente su tradicional comida de hermandad en el Restaurante Davinia, a la que ha asistido por primera vez el Síndico de este año, José Ruiz Giménez. Estuvieron presentes en esta bienvenida al nuevo Síndico del Oriol buena parte de quienes le precedieron: Juan José Sánchez Balaguer (1992), Julio de España Moya (1997), Antonio Rodríguez Barberá (1998), José Molina Delgado (1999), Eladio Aniorte Aparicio (2004), José Luis Satorre García (2005), Emilio Bascuñana Galiano (2007), Mari Carmen Martínez Grau (2010), Manuel Hernández Terrés (2012), Carmen Díaz Martínez (2013), Antonio Francisco Franco Andreu (2014), Francisco Giménez Ávila (2015), Julio Vicente Lizán (2017) y María Teresa Sánchez Cánovas (2018).

El presidente de la Asamblea de Síndicos del Oriol, Antonio Rodríguez, dio la bienvenida a Pepe Ruiz, congratulándose de su nombramiento, e informándole de algunos detalles relacionados con su incorporación al grupo. El nuevo Síndico afirmó: “Es para mi el mayor honor que puedo recibir como oriolano y un orgullo portar nuestra Enseña”

Finalmente, se acordó renovar el mandato de los actuales cargos directivos y asimismo se aprobó la confección de una insignia distintiva de los miembros de la Asamblea de Síndicos del Oriol.

La figura del Síndico trae causa de cuando, en su calidad de capital de Gobernación, correspondía a Orihuela el tercer lugar dentro del brazo real de las Cortes Valencianas en la Edad Moderna, que se componían de tres estamentos o brazos (eclesiástico, militar o nobiliario y real o ciudadano) y donde la ciudad figuraba detrás de Valencia y Játiva. El Síndico o procurador oriolano era elegido cada año, en Navidad, con los restantes oficiales. Permanecía en Valencia como representante de Orihuela cerca del virrey y, en su caso, como miembro de la Diputación permanente encargada del cumplimiento fiel de los acuerdos adoptados en Cortes.

Su misión consistía en ofrecer una favorable imagen de Orihuela en el exterior, vigilar la inversión de los fondos aprobados en Cortes, defender en todo momento las prerrogativas forales de la ciudad y mantenerla informada de cuanto acontecía en la capital del reino y al tanto de las noticias llegadas de la Corte. Su papel era a un tiempo el de embajador, informador y espía.

Como quiera que a veces transcurrían muchos años sin reunirse las Cortes, dejó de elegirse Síndico. Llegado el caso, se procedía a su elección fuera de fecha, pero por el procedimiento reglamentario. Para las de Monzón de 1542 el virrey duque de Calabria, al notificar su convocatoria por el monarca, recomendó la designación de alguna bona persona que la ciudad debería proveer de ple e bastant poder pera intreuenir en aquelles, como es acostumat. Los honorarios del síndico no pasaban de 9 reales diarios, percibidos tarde y mal, pero el empleo era codiciado por el prestigio que comportaba.

Con motivo del 750 aniversario de la Reconquista de la ciudad de Orihuela, el Ayuntamiento recupera -el 8 de junio de 1992- la distinción honorífica, bajo la forma de Síndico Portador de la Gloriosa Enseña del Oriol y es nombrado Juan José Sánchez Balaguer como primer Síndico. Según el acuerdo aprobado en el pleno de la Corporación municipal, se incluye la figura en el protocolo oficial del Ayuntamiento de Orihuela porque “realzará sin duda nuestra fiesta civil de la Reconquista y abrirá nuevas expectativas entre los ciudadanos, dado que los sucesivos nombramientos supondrán nuevas oportunidades de participación popular que en estos actos tan solo estaban reducidos a los miembros de la Excma. Corporación Municipal”.

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