Bardomeras y Meandros / Mateo Marco Amorós
Fotografía / Joaquín Marín
Para abril pasado, invitado por la Sede Universitaria de la UA en Villena, teníamos prevista la presentación de un libro de Rafael Carcelén. Libro que recomendamos cuando escribimos «Ambiente crispado» (DIARIO DE LA VEGA, 25.02.2020). Bajo el título Noventa y nueve pliegues, el Maestro Carcelén, articulista y poeta, nos ofrece una selección de escritos suyos –noventa y nueve– publicados en VALLE DE ELDA. Pero llegó el dichoso virus y el estado de alarma y las prórrogas del estado de alarma y todos nuestros planes se fueron al carajo resignándonos a vivir el día a día y a soportar el insomnio de muchas noches. Bien lo sabemos.
En éstas, nuestro amigo Pepe Silva –el profesor José Ángel Silva Reus– que nos había engriscado para dicha presentación, nos llama para informarnos de que Rafael Carcelén ha pasado la enfermedad, que en el camino ha perdido a un amigo y que lea el artículo-carta que le dedicó en VALLE DE ELDA, un homenaje precioso y enternecedor titulado «Aislado» («VALLE DE ELDA», 20.03.2020). También me dice que en el confinamiento Rafael ha escrito diecinueve artículos acompañados de fotografías que le han dado para un librito titulado Pandemia Estación Término. Que me lo manda para que lo divulgue por las redes, porque sobre Pandemia… –que me gustará– podríamos tener un encuentro online de seguir la alarma.
Así ha sido este tres de junio. La Sede organizó el encuentro y hablamos con Rafael Carcelén sobre Pandemia Estación Término y, como suele pasar en estos casos, sobre lo divino y lo humano. El libro da para ello. Por sus sugerentes imágenes gráficas y literarias. Por sus contenidos tan humanos. Por sus reflexiones.
Leyendo Noventa y nueve pliegues habíamos comprobado que Rafael Carcelén no es un voceador de sentencias sino un susurrador de sugerencias que nos invita a pensar. Igual en Pandemia Estación Término. Mas sus posiciones no son relativas. Son claras. Pero no las vende como verdades absolutas. Las envuelve cariñosamente en el pañuelo de la invitación y la belleza. Hay mucho poso solidario aprendido en la profesión que ejerce y en la afición montañera. Y poso ecologista y… Mucha humanidad. Medicinas que curándose nos curan.
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