Otitis e infecciones gastrointestinales, las urgencias más recurrentes en los niños durante el verano

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La pediatra María Mínguez, del Hospital Quirónsalud Torrevieja, recomienda seguir unas pautas para disfrutar con los pequeños de jornadas de playa y piscina sin sobresaltos

Las largas jornadas en piscinas y en la playa son el origen de las otitis y las infecciones gastrointestinales en los niños, dos de los motivos de visitas a urgencias más recurrentes durante el verano, tal y como afirman las especialistas de Quirónsalud.

La otitis es una infección que se produce en el canal auditivo que transporta el sonido del exterior del cuerpo al tímpano y cuya causa se encuentra en la proliferación de hongos o bacterias causantes de la infección. “Este tipo de infección”, señala la doctora Laura Parra, jefa de urgencias pediátricas de Quirónsalud Alicante, “suele ser muy recurrente durante las vacaciones de verano, sobre todo en los niños que pasan mucho tiempo en el agua. Si hay mucha humedad en el canal auditivo, el oído puede irritarse y abrir la piel del canal lo que permite la entrada y proliferación de bacterias y hongos causantes de la infección”.  En cuanto a los síntomas más frecuentes que presentan los niños con otitis se encuentran dolor, que a veces suele ser muy intenso y se suele acentuar al tirar e incluso rozar el pabellón auricular, supuraciones y ocasionalmente fiebre.

Para evitar las otitis la doctora Parra recomienda “usar los tapones óticos puntualmente siempre que ocluyan completamente el conducto o también la aplicación en mayores de tres años de una gota en cada oído todas las noches de una solución de alcohol boricado a saturación, disponible en farmacias, si los baños van a ser frecuentes. El uso de los gorros de baño, si bien no van a impedir la entrada de agua en los oídos son conveniente por motivos de higiene si la piscina está muy frecuentada.»

En verano también aumentan las posibilidades de infecciones gastrointestinales en los niños, sobre todo las de origen vírico como el adenovirus y el rotavirus cuya forma más habitual de contagio suele ser el contacto fecal-oral, “por lo que debemos evitar, en la medida de la posible, que los niños traguen agua en piscinas públicas de pequeño tamaño y habituarles a lavarse las manos cada vez que van al baño, sobre todo entre los menores  de cinco años, cuya inciden es mayor”, advierte la doctora Adalgisa de Caro, pediatra del Hospital Quirónsalud de Murcia. Los síntomas de este tipo de infecciones son un mayor número de deposiciones, dolor abdominal de intensidad variable alrededor del ombligo, asociados a vómitos y fiebre.

La especialista de Quirónsalud Murcia insiste que se deben vigilar los signos de deshidratación, como la lengua seca, la menor actividad del niño, el llanto sin lágrimas, la presencia de ojos hundidos y la orina escasa y acudir a urgencias siempre que el niño vomite de manera continua.

La doctora de Caro recomienda, en los casos de infecciones gastrointestinales, mantener al niño correctamente hidratado de manera preferible con suero de rehidratación comprado en farmacias. “No se deben emplear soluciones caseras como la limonada con bicarbonato, ni refrescos comerciales para reponer las pérdidas de líquidos porque empeoran la gastroenteritis y pueden dar lugar a complicaciones graves e incluso letales”, advierte la doctora Parra.

Consejos para disfrutar de unas vacaciones seguras en el agua

La doctora María Mínguez, jefa del Servicio de Pediatría de Quirónsalud Torrevieja, recomienda seguir estas pautas para disfrutar de las jornadas de playa y piscina con los más pequeños sin sufrir ningún sobresalto:

  • Mantener la supervisión directa en todo momento, especialmente en el caso de niños pequeños incluso aunque lleven flotadores o manguitos, pero también en los más mayores y sobre los que ya saben nadar.
  • Protegerlos del sol y aplicarles crema solar al menos 30 minutos antes de la exposición al sol y renovar la aplicación de crema cada hora y media o dos horas.
  • Prevenir el llamado corte de digestión entrando en el agua poco a poco y esperar unas dos horas para bañarnos después de una comida pesada.
  • Ponerles gafas de bucear para evitar una conjuntivitis, ya sea infecciosa o irritativa por el cloro.
  • Usar sandalias para transitar duchas y zonas húmedas, ya que con el calor las zonas húmedas se convierten en una fuente importante de infecciones por hongos.
  • Secarles bien los oídos tras el baño con una toalla para evitar las otitis.

 

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