Las estafas han sido realizadas desde distintas localidades de la comarca, afectando a víctimas de todo el territorio nacional y la cantidad estafada supera los 40.000 euros
La Guardia Civil en el marco de la operación gamani – seiler, ha detenido a ocho personas, como presuntas autoras de 48 delitos de estafa, cometidos desde la Vega Baja, contra víctimas de todo el territorio nacional. Mediante envío de correos electrónicos y mensajes de texto, de forma masiva, los autores obtenían la información necesaria para realizar cargos a las cuentas de los perjudicados.
En el pasado mes de noviembre, la Guardia Civil de Alicante detectó que en varias localidades de la Vega Baja alicantina se estaba produciendo un incremento significativo en delitos de estafa usando los métodos Phishing y Smishing, motivo por el que las Áreas de Investigación de los Puestos de la Guardia Civil de Callosa de Segura y Almoradí iniciaron la denominada Operación Gamani – Seiler.
Fruto de las investigaciones, los agentes detectaron que se estaban produciendo pagos y cargos fraudulentos sin el consentimiento de sus titulares mediante tarjetas de crédito en establecimientos de Redován, Callosa de Segura, Cox, Granja de Rocamora, La Murada, Almoradí y Rojales, y que en todos ellos se usaba un teléfono móvil para llevar a cabo el hecho delictivo.
Las estafas se producían de dos formas; una de ellas era el pago en establecimientos que aceptaban tarjetas de crédito, especialmente en salones de juego y estancos, mediante un Terminal de Punto de Venta (TPV) también conocido como datáfono, de forma que mediante la aplicación móvil (app) del banco que correspondiese, se creaba una tarjeta de crédito virtual con la que, usando la tecnología contacless del TPV, se realizaba el pago. La otra forma era, usando la misma aplicación móvil, crear un código con el que poder extraer dinero en efectivo en un cajero automático.
Para que los autores pudieran generar o bien las tarjetas de crédito virtuales, o bien los códigos para extraer dinero efectivo en cajeros automáticos, necesitaban ciertos datos privados de personas con cuentas corrientes y tarjetas de crédito lícitas. Para ello usaban un tipo de Hacking de ingeniería social, concretamente los métodos Phishing y Smishing.
El método Phishing consiste en enviar un correo electrónico de forma masiva haciéndose pasar por una entidad legítima, como entidades bancarias o empresas de paquetería, en las que se pedían los datos necesarios para llevar a cabo las estafas. El método Smishing es igual que el anterior pero usando mensajes de texto (SMS) en vez de correo electrónico. Al tratarse de envíos masivos, bastaba que un porcentaje bajo de personas que recibían el e-mail o el sms contestasen aportando la información requerida.
Una de las características que igualmente tiene este tipo de Hacking es que, tanto los correos electrónicos como los mensajes de texto, los reciben personas a lo largo de todo el territorio nacional. Esa falta de localización hace que las víctimas de la estafa se encuentren diseminadas, por lo que la Guardia Civil coordinándose, tanto con Unidades propias, como con diferentes unidades de los otros cuerpos policiales (Policía Nacional, Ertzainza, Mossos d’Esquadra y Policía Local), pudieron encontrar víctimas de este hecho ilícito en Valencia, Alicante, Castellón, Murcia, Las Palmas de Gran Canarias, Tenerife, Palma de Mallorca, Granada, La Coruña, Ceuta, Madrid, Barcelona, Vitoria y Toledo.
A principios de mayo, las Unidades de la Guardia Civil actuantes comenzaron la fase de explotación de la operación. En ella se llevó a cabo la detención de ocho personas, todos de nacionalidad marroquí, entre las localidades de Almoradí y Torrevieja, tratándose de siete varones de entre 21 y 31 años y una mujer de 21 años. Todos ellos quedaron en libertad con cargos tras su puesta a disposición del Juzgado de Instrucción nº 2 de Orihuela. Se les imputan 48 delitos de estafa bancaria.
En esta fase se realizaron registros en dos tiendas de telefonía móvil ubicadas en la localidad de Almoradí, y se incautaron 1.000 euros en dinero en metálico.
El valor de lo estafado hasta la fecha asciende a más de 40.000 euros y se han localizado a un total de 48 víctimas, no obstante la Guardia Civil continúa con la práctica de acciones a fin de localizar a nuevas víctimas.
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