El alcalde de Orihuela vuelve a sus funciones como primer edil tras siete meses de baja por el infarto que sufrió
Monserrate Guillén se ha incorporado hoy a la Alcaldía de Orihuela tras estar siete meses de baja por el infarto de miocardio que sufrió el pasado mes de julio y que lo ha mantenido alejado de la vida pública desde entonces. En una comparecencia ante los medios de comunicación, el ecologista ha explicado que regresa para culminar su etapa como político, ya que ha confirmado lo que era un secreto a voces, que cuando concluya la legislatura dentro de tres meses se retirará de la política tras 12 años como concejal de Los Verdes, los últimos cuatro como regidor.
Una decisión que comunicó hace «muchos meses» a su partido Los Verdes, donde dejará también todas las responsabilidades aunque seguirá militando en sus filas.
Pero antes de dejar la primera línea, Guillén ha dicho que le quedan por delante tres meses para continuar con los retos que el gobierno de Los Verdes y el PSOE ha tenido durante este mandato. Los principales, ha señalado, asegurar que en Orihuela no haya un vertedero «irregular» como se recoge en el ‘caso Brugal’ y conseguir la retirada de los residuos enterrados en fincas de La Murada «para asegurar la salud de los ciudadanos y ciudadanas» de la pedanía.
Dos de los motivos por los que el primer edil ha asegurado que durante su baja médica nunca ha pensado en no volver al Ayuntamiento cuando tuviera el visto bueno de los médicos, algo que se produjo el pasado lunes. «Nunca he desechado volver porque esa es parte de mi responsabilidad, ha habido varios intentos de reincorporarme antes pero siempre han surgido complicaciones de última hora», ha dicho. Vuelve al sillón de la Alcaldía pero no recupera, de momento, las riendas de las concejalías de Aseo Urbano y Seguridad Ciudadana, ahora competencia de su compañero de filas Manuel Gallud, porque «quiero ir poco a poco».
El alcalde oriolano ha hecho también un análisis sobre los hechos acontecidos en el Partido Popular durante sus meses de baja, con la expulsión de Pepa Ferrando y otros cinco concejales populares más. Una situación a la que ha confesado ha asistido «con cierta satisfacción». «Era uno de mis sueños ver una Orihuela digna y limpia de corrupción. Falta mucho por hacer pero se han dado unos primeros pasos importantes” y ha asegurado que «con este asunto encaminado hacia la solución, me voy tranquilo y satisfecho».
Al respecto, ha deseado que el «PP concluya esta operación con la expulsión del 100% de los imputados por corrupción en Orihuela y que su nuevo equipo esté limpio de toda sospecha por primera vez en mucho tiempo».
Guillén también ha aprovechado su intervención para hacer balance sobre la gestión del bipartito durante esta legislatura, en la que ha destacado que la deuda financiera se ha rebajado de los 64 millones de euros a los 43 en los últimos tres años. Y se ha mostrado satisfecho de haber «demostrado que en Orihuela puede haber un Ayuntamiento sin sus concejales desfilando a los juzgados y sin que sea intervenido por la Policía».
«En estos cuatro años ha habido muchos errores pero los ciudadanos pueden tener la certeza de que hemos sido un gobierno honrado y no hemos hecho nada ilegal», ha expresado.
Por su parte, el socialista Antonio Zapata, encargado de sustituir a Guillén durante su baja médica, se ha despedido del cargo con un mensaje en su página de Facebook en el que ha dicho que ocupar el sillón de la Alcaldía «ha sido difícil pero reconfortarte» y que espera haber estado a la altura de las circunstancias. «Me siento orgulloso y afortunado de haber tenido la oportunidad de representar a mi pueblo, lo seguiré haciendo desde la concejalía de Urbanismo», ha dicho.
Una labor que también ha puesto en valor Monserrate Guillén, que también ha tenido palabras de agradecimiento para Manuel Gallud y el resto de compañeros de gobierno.
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