Resulta ciertamente cansino tener que responder a acusaciones gratuitas y fabuladas del PP sobre la gestión del actual gobierno de Orihuela. Más todavía si provienen de su presidenta, imputada por graves delitos y al borde de tener que prestar declaración en el juzgado por el despilfarro de su gestión con el stand de la ciudad en Fitur entre 2008 y 2011. Pero la gravedad de su actuación, ya que ha mentido a sabiendas de que lo hacía, con la aviesa intención de retorcer la realidad para propalar que en el Ayuntamiento sigue habiendo corrupción, me obliga a dejar claras unas cuantas cosas.
Sabía perfectamente la señora Ferrando que el Teatro Circo no había pasado nunca, desde su inauguración en 1995, la inspección periódica reglamentaria de la instalación eléctrica del recinto, la llamada OCA (Organismo de Control Autorizado), que es obligatoria en lugares de pública concurrencia cada 5 años. Pueden imaginarse cómo estaba esa instalación 18 años después de volver a abrir sus puertas. Para revisarla y resolver los numerosos problemas que la afectaban se pidieron varios presupuesto y se adjudicó un contrato menor a la mejor oferta.
Pero la señora Ferrando metió en el mismo saco ese contrato y el de la prestación del servicio de asistencia técnica para las representaciones y el mantenimiento de los espacios escénicos en un centenar de espectáculos del Teatro Circo y 130 en La Lonja (tramoya, iluminación, sonido, audiovisual, etc.) para decir que se han duplicado contratos.
No contenta con eso, volvió a decir que se habían duplicado contratos porque se ha contratado a una empresa de limpieza por algo más de 13.000 euros para la limpieza de la Biblioteca Municipal y los Aljibes de Hurchillo, edificios que no incluye el contrato adjudicado en 2010 a otra empresa, y porque en el último año se han jubilado cuatro limpiadoras y había que reforzar también la limpieza del Teatro Circo y La Lonja, cuyos niveles de ocupación y actividad cultural, además, tienen poco que ver con lo que allí había cuando la señora Ferrando era la responsable del área de Cultura.
Y para acabarlo de rematar, nos acusa de otra duplicidad por contratar por 5.000 euros un refuerzo de iluminación en Semana Santa con la intención de darle más lustre a los pasos, algunas zonas de la ciudad y los recorridos procesionales en general.
Sabía perfectamente Ferrando que estaba mintiendo y, sin embargo, sin ningún tipo de rubor, salió a vender que este gobierno, que dedica una gran parte de su tiempo a deshacer entuertos de la gestión del PP (el de la OCA del Teatro Circo uno de ellos), actúa como lo hacían ellos.
No es así, nunca lo ha sido y nunca lo será, por mucho que se empeñe el PP en intentar convencer a los ciudadanos de que en Orihuela todos los políticos son iguales y se dedican a lo mismo. Quiero recordarle a la señora Ferrando que ex compañeros suyos están siendo investigados por un juzgado -al igual que ella- precisamente por las sucesivas adjudicaciones de la iluminación de cada una de las festividades a la misma empresa durante años. Ni siquiera vale la pena decirle lo que costaba antes y lo que se paga ahora por la iluminación. Eso, Ferrando también lo sabe, pero no lo cuenta.
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