Mancomunidad Bajo Segura realiza más de 150 intervenciones con menores durante el estado de alarma

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La imposibilidad de salir, la pérdida de rutinas y el cambio en las situaciones laborales provocan un aumento de la violencia familiar

La Mancomunidad Bajo Segura ha registrado un aumento de intervenciones en domicilios por conflictos familiares agravados por el confinamiento, especialmente con la población adolescente y ha llegado a realizar más de 150 intervenciones a lo largo del estado de alarma. Procesos de desobediencia en el núcleo familiar que han hecho que
el personal de la entidad haya tenido que realizar distintos seguimientos tanto por vía telefónica como a través de encuentros digitales o presencia domiciliaria tanto de los profesionales de la Mancomunidad Bajo Segura como de la policía de cada municipio en los casos más extremos.

Se han realizado varios tipos de seguimiento adaptados a cada uno de los grupos de edad de los menores. A los niños que pertenecen a la etapa infantil, se han facilitado pautas para el buen ambiente familiar, como horarios para realizar las tareas escolares, tareas del hogar y tiempo libre solos y en familia. También se ha hecho hincapié en el refuerzo entre el vínculo padres-madres y los hijos e hijas. “En la edad adulta se ha tenido que realizar, sobre todo, mucha labor de concienciación del cambio de la situación debido a la crisis sanitaria e incidir en el cumplimiento del confinamiento y la nueva normativa, que en muchos casos se la han saltado e incluso han incurrido en denuncias además de los propios altercados creados en casa con los progenitores o tutores legales”, ha indicado María Teresa Navarro, responsable del EEIIA de Mancomunidad Bajo Segura.

Los profesionales que componen el equipo de trabajo de menores e infancia de la entidad han explicado que en la mayoría de casos el ambiente familiar se ha visto agravado por problemáticas económicas, despidos, ERTES que no llegan, solicitud de ayudas en la gran mayoría de las familias, peticiones a los bancos de alimentos, etcétera; hechos que han sumido a muchas familias en ambientes complicados nada positivos para la convivencia. Los expertos han asegurado que se han vivido momentos muy complicados en algunos núcleos familiares en los que incluso se han tenido que soportar capítulos de violencia de alto grado con intervenciones tanto del equipo de profesionales de la entidad como en muchos casos de la policía local del municipio.

Han explicado además indicado que a pesar de la labor que se ha realizado en algunos casos se han incumplido las normas y se han cursado denuncias a los menores por saltarse las medidas puestas a la ciudadanía durante el confinamiento.

Otro de los capítulos que ha necesitado la mediación por parte del equipo de profesionales de la Mancomunidad Bajo Segura han sido los problemas de cumplimiento  de medidas paterno-filiales de los menores cuyos padres están divorciados, la situación de estado de alarma, ha provocado números conflictos por este tema, porque muchos de los progenitores sentían miedo de que los niños fueran de un núcleo familiar a otro.

En relación al resto de las consultas y gestiones realizadas se suman aquellas cursadas por problemas de ansiedad, miedo intenso, insomnio, cefaleas agudas y depresión. En menor medida, se han atendido llamadas, de personas adultas que tienen otras enfermedades no relacionadas con el COVID-19, y que han empeorado durante este período lo que unido al miedo que tienen de infectarse también del virus, les provoca ataques de pánico, desórdenes alimenticios y miedo a acudir a las consultas médicas.

Como valoran desde la entidad, ha sido un período muy intenso, en el que se han tenido que aunar esfuerzos y sobre todo aprendizaje para ayudar a todos los que nos han necesitado.

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