Cuando se cumple un año de la DANA que asoló Benferri, el alcalde recuerda cómo vivió esos días y analiza las consecuencias y lo que queda por hacer para que no se repita una catástrofe de esa magnitud
Benferri fue una de las localidades más golpeadas por la DANA que asoló la Vega Baja en septiembre de 2020. La pequeña localidad, de con 1.940 habitantes, vio como el agua lo destrozaba todo a su paso, especialmente en sus urbanizaciones exteriores donde se ubican, además de viviendas, la piscina municipal, las instalaciones deportivas y el colegio público Argentina.
El alcalde, Luis Vicente Mateo, atiende a Diario de la Vega cuando se cumple un año de la ‘riada de Santa María’, la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) de la que todavía se están recuperando, y tardarán en hacerlo, muchos vecinos y también la propia administración local. “Poco a poco hemos ido volviendo a la normalidad pero quedan algunos puntos que todavía queda por trabajar para poder reponerlo”, explica.
El destrozo en la localidad fue tal que la Unidad Militar de Emergencias (UME) estableció allí una de sus bases, y tuvo que emplearse a fondo durante días. “Llevo grabada la solidaridad de la gente, tanto de la militar como de la civil”, expresa Luis Vicente Mateo, quien sin duda se enfrentó durante las inundaciones a sus días más difíciles como alcalde de Benferri en sus más de 20 años de trayectoria al frente del Ayuntamiento.
“Se han reparado muchos daños en infraestructuras, cauces de rambla del río segura pero no basta. El mensaje que tenemos que lanzar los alcaldes de la Vega Baja es que hace falta sacar adelante proyectos para que si vuelve a venir un episodio similar esto no se convierta en un pantano”, insiste Luis Vicente Mateo.
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