Practicantes de este deporte se concentran este domingo en Orihuela costa para pedir que se les permita hacer deportes acuáticos
‘Prohibido surf’, estas dos letras han puesto en pie de guerra a los surfistas que suelen acudir a Cala Cerrada, la única playa de Orihuela costa que reúne las características que permiten la práctica de este deporte acuático. Si bien los amantes del surf que acuden a esta playa explican que los conflictos entre surfistas y la Policía Local existen desde hace años porque una ordenanza vigente, puesta en funcionamiento en la anterior legislatura, prohíbe hacer surf en el litoral oriolano, no ha sido hasta ahora cuando se han topado con el cartel que desde hace unos días recuerda a todos los practicantes que no pueden meterse al mar con una tabla de surf. El veto a este deporte en aguas oriolanas ha hecho que un grupo de surfistas de la comarca convoque una concentración el próximo domingo para reivindicar un hueco en el mar.
Cala Cerrada, playa ubicada en La Zenia, es de pequeñas dimensiones y cuando hay oleaje acuden muchos surfistas de la zona que acaban mezclándose con los bañistas. Este es el principal motivo por el que una ordenanza prohíbe hacer surf en cualquier época del año desde hace más de un lustro. Sin embargo, esta circunstancia podría cambiar pronto porque la actual edil de Playas, Martína Scheurer, está en vías de autorizar a través de una resolución que pueda practicarse el surf en Cala Cerrada en un horario específico que no ocupe las horas centrales del día, cuando hay más usuarios dispuestos a darse un baño.
Según ha confirmado Scheurer a este diario, la Concejalía de Playas está pendiente de conocer si el organismo que concede anualmente las banderas azules, la Fundación Europea de Educación Ambiental, exige algún tipo balizamiento en las playas donde se autorice el surf y una vez dispuesta la señalización los surfistas podrían comenzar a practicar este deporte acuático.
El presidente de la Asociación Surf Torrevieja, César Castejón, aboga por regular la convivencia entre los que desean disfrutar del mar dándose un baño y los que lo utilizan para realizar prácticas deportivas. «No entendemos que prohíban el surf sin antes sentarnos a dialogar todas las partes e intentar buscar un consenso que nos haga ganar a todos», indica.
Castejón piensa que buscar una solución a esta problemática es la única alternativa posible ante el constante incremento de las personas que practican deportes acuáticos. «el surf es uno de los deportes que más crece en todo el mundo y cada verano habrá más practicantes en las playas», dice César al tiempo que cuenta que es necesario apostar por las escuelas acuáticas donde se imparte una correcta formación para que los nuevos surfistas conozcan y respeten las ‘normas del mar’.
Unas normas que en muchas ocasiones los que no las cumplen son los bañistas que deciden entrar al mar pese a que haya una bandera roja que prohíba el baño por circunstancias climatológicas. El presidente de la Asociación Surf Torrevieja considera que al igual que las autoridades limitan el acceso al mar los surfistas también deberían ser más tajantes con los bañistas que se adentran en el mar cuando las condiciones climatológicas desaconsejan o prohíben el baño. «Nosotros nunca vamos a surfear cuando hay bandera verde, que es cuando la gente está en el agua y no hay olas», cuenta César.
Castejón echa en falta un mayor reconocimiento hacia la figura del surfista máxime cuando asegura que «hacemos una labor muy importante» de salvamento en el mar. Este amante del surf rescató el verano pasado con su tabla a cuatro personas en la playa de La Mata (Torrevieja) y es raro quien practica este deporte con frecuencia y no puede contar alguna experiencia similar. «A las autoridades esas cosas se le olvidan», remarca.
Los surfistas presionarán a el próximo domingo en una concentración en Orihuela costa aunque lo cierto es que sus pretensiones están más cerca que nunca de cumplirse porque la concejal ecologista de Playas ha asegurado que «estamos intentando que se pueda hacer surf dentro de unos límites».
La solución, coinciden surfistas y legisladores, pasa por acotar zonas específicas para la práctica del surf, establecer horarios y mejorar la convivencia entre bañistas y deportistas acuáticos para que todos puedan tener su hueco en el mar.
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