Una de las procesiones más penitenciales de la ciudad fue protagonista en la madrugada del Viernes Santo
Como ya demanda la tradición, los oriolanos trasnocharon el pasado Jueves Santo para asistir a la Procesión del Cristo de la Buena Muerte, una de las procesiones más penitenciales de la ciudad.
Esta procesión de la Hermandad Penitencial del Santísimo Cristo de la Buena Muerte se caracteriza por sus insignias, como la Cruz-guía y los faroles, y por sus estandartes en paños bordados y Estandartes de las Siete Palabras, las que Jesús pronunció antes de morir crucificado.
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