El derribo de una vivienda en la Calle Francisco Diez en Orihuela comenzó el 29 de junio, cortando la calle incluso un mes antes
Las vecinas de la calle Francisco Die en pleno casco histórico de Orihuela denuncian las grietas, agujeros y destrozos en su casa a causa del derribo de una vivienda en estado de ruina. Los propietarios comenzaron a demoler en junio por orden del Ayuntamiento pero las obras están afectando a las fincas colindantes sus propietarios piden soluciones antes de que lleguen las lluvias y se filtre el agua entre las grietas que les han causado estas obras.
Dos meses después de comenzar el derribo, el 28 de agosto finalizaron dichas obras, las cuales están paralizadas desde entonces. Los trabajadores de la constructora perteneciente a San Miguel de Salinas, aseguran que las obras están finalizadas.
Se trata de una casa en estado de ruina que ha tenido que ser demolida por orden del Ayuntamiento. Los vecinos llevan tiempo pidiendo esta medida ante el foco de ratas e insectos en los que se había convertido el solar.
Gema e Isabel, son las vecinas anexas a la vivienda en cuestión, ambas aseguran que las obras no están finalizadas. Además a ambas les ha dejado secuelas en sus viviendas. Las casas estaban unidas por vigas de madera, ya que estas datan del 1920 al 1950 . Así las casa de Gema y de Isabel, estaban unidas a la vivienda derribada por estas vigas. Las vecinas les pidieron por favor que las cortaran, que no las arrancaran, pero hicieron caso omiso.
En una de las viviendas se puede observar cómo trataron de arrancar dichas vigas, provocando que la fachada de Gema se viniera hacia delante, además de haber dejado varios huecos abiertos por toda la casa.
Del mismo modo, el casa de Isabel, se puede observar actualmente el cómo la casa está apuntalada, debido a que el marco de la puerta ha acabado cediendo, además del balcón y las paredes.
Por parte de los trabajadores, las paredes quedaron arregladas. «1.050 kilos de arena y 4 sacos de cemento han sido los únicos materiales que han utilizado», explica Gema. Además esta vecina realizó una llamada a una empresa de materiales, pidiendo exactamente los mismos recursos. «75 euros fue el presupuesto que me dieron, 75 euros es lo que han gastado en la obra», asegura.
Asimismo, las vecinas observaron la forma de trabajar en dichas obras, «El cemento no lo echaron bien, lo echaron medio jugando, ni si quiera picaron, directamente echaron el cemento», además concretan que la empresa era informal, sin experiencia, sin herramientas apropiadas para trabajar y con malos trabajadores inexpertos«.
Los vecinos piden además que los propietarios del inmueble derriben las paredes que dan a sus patios y terrazas, ya que les dejaron partes sin tirar, asegurándoles que dichos muros eran medianeros.
Por su parte, Isabel, la vecina de la vivienda anexa con varios daños también causado, utilizaron su casa como almacén. «Introdujeron los materiales para edificar la obra en mi entrada, en mi propia casa, además esto fue todo lo que utilizaron para hacer la obra y aquí sigue tres meses después. Ni siquiera han vuelto a por ellos.
Los afectados agradecen al Ayuntamiento los informes técnicos de los arquitectos municipales y señalan que la dejadez por parte de los actuales propietarios de la vivienda.
Los vecinos piden a la administración que obligue a los dueños a que subsanen todas las deficiencias y daños que han causado durante las obras realizadas, sumando además los daños que han sufrido sus inmuebles, incluso antes de realizar dichas obras
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