Cerca de 500 efectivos de los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad realizan un simulacro para prevenir los efectos de una posible gota fría en la Vega Baja
El Pantano de La Pedrera ha cobrado en la mañana de este jueves especial protagonismo puesto que en sus aguas y sus orillas la actividad ha sido frenética. Zodiacs pantano arriba y abajo, buzos, perros de rescate, helicópteros y al menos cinco personas que parecían estar en peligro dentro de las aguas.
La expectación era máxima aunque todo se trataba de un simulacro puesto en marcha por la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Generalitat Valenciana para probar su capacidad de respuesta ante una emergencia por inundaciones. El simulacro ha estado ambientado en una gran inundación provocada por una situación de gota fría que provoca el desbordamiento del río Segura al paso por las localidades de Bigastro y Orihuela, afectando a gran parte de sus términos municipales.
En el ejercicio han participado 490 efectivos y 144 vehículos de los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad. Desde los militares del Tercer Batallón de Intervención de Emergencia (BIEM III) hasta el Cuerpo de Policía Nacional, Guardia Civil, Consorcio de Bomberos de Alicante, Centro de Buceo de la Armada, la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), y personal del Servicio de Prevención Extinción de Incendios y Salvamento (SPEIS).
La Vega Baja ha sido el lugar elegido para llevar a cabo este simulacro que los distintos cuerpos ponen en marcha para su puesto a punto de cara a la temporada de inundaciones que llega con el otoño y el invierno. La comarca está dentro de los planes especiales que tiene la Comunidad Valenciana, dado que está dentro de la zona donde se produce el fenómeno de la gota fría. Un riesgo que si bien no se produce con tanta asiduidad como un incendio forestal provoca incluso más daños.
En cuanto a la elección del escenario, Bigastro y Redován están tipificados como municipios con riesgo medio de inundaciones, mientras que Orihuela es un municipio de alto riesgo. Además, los tres se encuentran bajo la influencia de la presa de la Pedrera y del embalse de Torre Alta, ubicación geográfica que también condiciona el riesgo de cada municipio. Por ese motivo, desde la agencia se considera muy positiva la participación de estos ayuntamientos en el simulacro.
En caso de sufrir una riada como la que afectó a varios municipios de la Vega Baja en los años 1982 y 1987 la UME estaría preparada para atender las emergencias que se derivaran en un hipotético desbordamiento del río Segura. La capacidad de respuesta de la Unidad Militar de Emergencias es de cuatro horas. En ese periodo de tiempo son capaces de desplegar sus equipos desde su base hasta la zona catastrófica.
Durante más de dos horas el Pantano de la Pedrera ha servido como escenario para recrear una gran inundación y los distintos equipos han utilizado sus medios para paliar los efectos de las fuertes lluvias y actuar como lo harían en una situación real. Los efectivos de la UME han trabajado en la búsqueda de heridos y cadáveres dentro de las aguas, con una unidad canina que localiza el cuerpo. Una vez ubicado se procede a su rescate utilizando medios aéreos o acuáticos.
El ejercicio sirve para mejorar su preparación en contención, achique, navegación y rescate acuático, buceo, búsqueda en orillas y rescate de personas con equipos cinológicos, así como en helicóptero.
En el evento ha estado presente el delegado de Gobierno de la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, el director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, José María Ángel, así como distintas autoridades de municipios de la comarca.
Este simulacro pone el broche a la visita de la UME a la Vega Baja. Durante toda la semana 400 militares han realizado prácticas en diversos escenarios de la comarca situados en las poblaciones de Orihuela, Redován, Algorfa, Callosa y Bigastro. Siendo esta última localidad la base de operaciones de los militares durante su estancia.
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