Volteo de campanas, cohetes y la tradicional misa en su honor han abierto hoy, 5 de febrero y coincidiendo con su festividad, el día de mayor fervor entre los catralenses
El viento y el frío que estos días afecta a gran parte de nuestro país, sin dejar de lado la comarca de la Vega Baja, no han impedido que hoy, 5 de febrero y coincidiendo con su festividad, cientos de vecinos de Catral y visitantes hayan acompañado en romería a una de sus imágenes más veneradas, Santa Águeda.
Volteo de campanas, cohetes y la tradicional misa en su honor han abierto hoy el día de mayor fervor entre los catralenses que, tras el acto religioso, han acompañado a la imagen de vuelta a su ermita, desde donde partió en procesión en la noche de ayer velada por numerosos vecinos hasta la parroquia Santos Juanes, donde se ha oficiado la eucaristía.
Durante la romería, amenizada por la banda ‘SUM La Constancia’ de la localidad, los asistentes han podido disfrutar asimismo de los puestos que en los últimos días se han instalado en las calles que llevan a la ermita, con productos típicos como el turrón o las tradicionales ‘bolicas’ de Santa Águeda.
Precisamente uno de los actos más antiguos de esta fiesta, declarada
de Interés Turístico Provincial, es la ‘pesá’, que consiste en la compra de varios dulces para regalarlos a una persona querida.
El municipio celebra estos días una de las fiestas más arraigadas y de mayor tradición en la localidad, Santa Águeda, una imagen ubicada en el popular barrio del municipio, del mismo nombre, y de poco más de un kilómetro de longitud que cada año recibe la visita de vecinos y visitantes llegados de varios puntos de nuestra geografía.
Santa Águeda fue una doncella cristiana de Catania (Isla de Sicilia, Italia), de la que es patrona, que sufrió martirio y muerte el 5 de febrero del año 251 (siglo III). Es protectora de las enfermedades que afectan a los pechos, de las nodrizas en periodo de nutrición y fecundidad de leche materna.
Además, se la invoca contra los efectos de los incendios y es también protectora de los fundidores de metales y, de la misma forma, se le atribuyen los poderes de proteger los malos espíritus, las enfermedades del ganado y potenciar la producción agraria.
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