El Perdón y el Ecce-Homo protagonizn la procesión del Martes Santo, una de las más multitudinarias de Orihuela
Las Cofradías del Perdón y el Ecce-Homo escenificaron anoche la sentencia de Jesucristo a manos del pueblo y el posterior calvario que sufrió hasta su muerte en la cruz. Los tambores y bocines de la Convocatoria anunciaron la llegada de una de las procesiones con más solera de Orihuela y en la que pueden verse varias obras del genial escultor Francisco de Salzillo.
Nuestro Padre Jesús de la Caída, paso titular del Perdón, fue el primer trabajo del artista murciano que pudo verse anoche en las calles oriolanas. Más tarde La Verónica, obra de José Dies, escenificó el momento en el que según la tradición cristiana esta mujer tendió a Cristo un paño durante el Viacrucis para que enjugara el sudor y la sangre. Los nazarenos de la Cofradía, de negro enlutado, acompañaron también al Calvario (Enrique Galarza) y portaron a hombros a María Santísima del Perdón (Quinin de la Torre) bajo palio de terciopelo rojo bordado en oro. Su imponente imagen cerró la imaginería de la Cofradía del Perdón para dar paso al Ecce-Homo que abrió su procesión con la Cruz Penitencial, obra de Orrico, cargada a hombros por cuatro nazarenos y que estuvo acompaña por su característico séquito de tambores y la Guardia Pretoriana.
La Cofradía con vesta granate y túnica negra puso en la calle La Sentencia (Víctor de los Ríos) en la que puede verse a Poncio Pilatos lavándose las manos, gesto con el que sella la condena a muerte de Jesús. Cerró la noche el Ecce-Homo, paso que da título a la cofradía, autoría de Salzillo, en el que Cristo es presentado al pueblo por Pilatos: ‘He aquí el hombre’.
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