La religiosa, que abandonó Orihuela a los 14 años para dedicarse a los demás en África, recibe emocionada el reconocimiento del Casino Orcelitano
El Salón Imperio del Casino Orcelitano acogió, el pasado viernes, el acto de entrega del Premio Oriolano Ausente 2018, en esta ocasión destinado a una mujer, Sor Cristina Antolín Tomás, quien recibió emocionada el galardón que le otorgó por unanimidad la Junta Directiva de la institución. Arropada por un centenar de personas, amigos y familiares, la premiada recordó cómo abandonó su ciudad natal a los 14 años para dedicarse a lo que siempre quiso, a formarse como médico y a dedicar su vida a Dios y a quienes más lo necesitan. Eso es lo que ha hecho durante más de tres décadas en África, y en la actualidad su labor es distinta como Priora General de la Congregación Santo Domingo, lo que no la hace olvidar esa dedicación a los demás.
El presidente del Ateneo Cultural Casino Orcelitano, Javier Vidal, glosó la vida de Cristina Antolín y destacó que con el galardón se ha querido “reconocer una labor médica, un bienestar que todas las personas necesitamos, pero también una labor que se complementa con otra no menos necesaria y que es espiritual”. Durante la gala de entrega se proyectó un vídeo donde se dio a conocer el trabajo de Cristina Antolín en África, en congreso en el Hospital San Martín de Porres de Yaundé (Camerún), aunque también vivió en la Misión de Isiro en la República Democrática del Congo. Un acto sencillo en el que se quiso “reconocer el trabajo de una mujer que para nosotros ha sido un honor recibir por su bondad, por su caridad y por su humildad”, afirmó Vidal.
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