El Perdón y el Ecce-Homo protagonizan la procesión del Martes Santo, que se completó con La Samaritana y El Prendimiento tras la suspensión del Lunes Santo
La Semana Santa oriolana vivió anoche una jornada intensa con la procesión del Martes Santo que esta vez fue más larga de lo habitual al procesionar tras El Perdón y el Ecce-Homo las cofradías de La Samaritana y El Prendimiento a los que la lluvia les aguó el Lunes Santo.
Tras los tambores y clarines de La Convocatoria, abrió la procesión para El Perdón la periodista Rocío Valle en su cargo de Portaguión de la cofradía en su 75 Aniversario. Los tres tercios de El Perdón de riguroso negro y cada uno con su fajín distintivo acompañaron a los pasos de Nuestro Padre Jesús de La Caída, del que este año se ha restaurado en el Museo de Arte Sacro el cirineo que da sustento a la cruz y que como es habitual estuvo escoltado por la Policía Nacional, le siguieron La Verónica, El Calvario, portado a hombros por costaleros, y María Santísima del Perdón.
Las capas negras de El Perdón daban paso a las púrpuras del Ecce-Homo que abrieron el cortejo con la Cruz Penitencial portada a hombros y acompañada por los característicos toques de tambores. Tras la obra de Orrico le siguió la Guardia Pretoriana encabezada por el pretor de este año Pablo Vidal. Continúo el cortejo con los pasos primero de La Sentencia, obra de Víctor Ríos, y por último del Ecce-Homo, titularidad de Francisco Salzillo. Este trono, que da nombre a la cofradía, ha sido embellecido y plateado este año.
Los colores oscuros que protagonizan el Martes Santo en Orihuela se tornaron de pronto en tonos más claros con la salida en procesión de La Samaritana y El Prendimiento, que llegaron al Santuario de Monserrate ya entrada la madrugada.
Los nazarenos de túnica blanca y capa amarilla acompañaron a los tronos de La Conversión de María Magdalena y el titular La Samaritana. Cerró la procesión El Prendimiento con sus nazarenos ataviados con túnica blanca y capa verde en el caso del tercio de La Oración en el Huerto y La Negación de San Pedro; y túnica carmín y capa gris perla para acompañar a al trono que le da nombre a la Hermandad.
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