Decenas de curiosos se congregaron ayer en la Plaza de Santiago para contemplar este fenómeno que se produce una vez al año
Por Alicia Delicado
Como ocurre cada 21 de junio, el último rayo de sol de la primavera se posa fija sobre la lechuza de la fachada de la Iglesia de Santiago Apóstol de Orihuela. Con este peculiar acontecimiento, muchos oriolanos y curiosos celebran el solsticio de verano. Pues, este fenómeno coincide con el fin de la primavera y el comienzo del verano, suscitando así el interés de muchas personas de la zona, viandantes y turistas, que cada año se acercan a visualizar a esta lechuza iluminada.
Algo único en el mundo y que genera gran interés turístico en la zona. Por ello, la Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Orihuela organizó ayer una ruta especial, que empezó a las 18.30 horas, en la que se llevo a cabo un recorrido por todas las fachadas del Centro Histórico de Orihuela que acabó en la fachada de Santiago Apóstol.
El conocido Misterio de la lechuza es un suceso aparentemente mágico y sobre el que circulan diversas leyendas, pero, en realidad, es un fenómeno que aúna arquitectura y astronomía. Puesto que en la Edad Media los antiguos edificios religiosos eran construidos rigurosamente en conexión con el cosmos. Prueba de ello, son los calendarios de vidrieras de algunas catedrales europeas.
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