La talla, que este año cumple su setenta y cinco aniversario, ha sido reparada por la oriolana Maite Gilabert Montero
Los setenta y cinco años del Cristo del Silencio de Rafal se dejaban ver en los pies de esta imagen debido al roce de las miles de manos de los rafaleños durante sus oraciones. Por esta razón, la Hermandad del Silencio de la localidad encargó hace cinco meses la restauración de la talla para que durante la próxima Semana Santa la talla luciera en todo su esplendor.
Durante cinco meses la imagen del cristo crucificado estuvo en los talleres de la restauradora oriolana Maite Gilabert Montero cuya labor fue presentada a los fieles y bendecida en la misa de la Hermandad el pasado domingo.
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