El cabecilla del grupo le rompió el tabique nasal de un puñetazo a una de las víctimas, menor de edad, porque no quería que le mirara a la cara mientras le robaba
La Guardia Civil ha detenido en Callosa de Segura a tres jóvenes de entre 18 y 22 años, de nacionalidad marroquí, como presuntos autores de tres delitos de robo con violencia e intimidación. Sustrajeron los teléfonos móviles de tres menores de edad con gran violencia durante las fiestas del pueblo. Todos han ingresado en prisión tras su paso a disposición judicial.
En la madrugada del día 12 al 13 de agosto, un grupo de menores, de entre 14 y 17 años, que se encontraba disfrutando tranquilamente de las fiestas de Callosa de Segura, fueron asaltados violentamente por tres jóvenes.
Sin mediar palabra, les agarraron fuertemente del cuello y les obligaron a agachar la cabeza para que no pudieran verles la cara, mientras les sustraían los teléfonos móviles. En ese momento, una de las víctimas levantó la cabeza levemente, gesto que el cabecilla de los asaltantes interpretó como un desafío a su orden de no mirarles, a lo que respondió con un puñetazo tan fuerte, que le fracturó el tabique nasal.
La Guardia Civil de Callosa de Segura, tras tener conocimiento de estos hechos, comenzó una difícil investigación, pues poca descripción pudo obtener de los autores, tan sólo que eran residentes en el mismo Callosa y que podía tratarse de una banda de jóvenes que alardeaban en las redes sociales de ser peligrosos, ostentando cuchillos de grandes dimensiones en sus fotos.
A primeras horas de la mañana del día 14, tan sólo un día después de ocurrir los hechos y tras establecer un operativo especial de búsqueda de los autores de este hecho tan atroz, agentes de paisano lograron localizar y detener al cabecilla del grupo, un joven marroquí de 18 años, quien después de su paso a disposición judicial como presunto autor de tres delitos de robo con violencia e intimidación, ingresó en prisión.
Sin embargo, la Guardia Civil no ha cesado la investigación hasta que, esta semana, ha conseguido detener a los otros dos miembros (marroquíes, de 19 y 22 años de edad) y ha recuperado los tres teléfonos móviles sustraídos. Tras presentarlos en el Juzgado en funciones de guardia de Orihuela, como presuntos autores de tres delitos de robo con violencia e intimidación, han ingresado en prisión.
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