Uno de los detenidos es una agente de la Policía Local de Torrevieja
La Guardia Civil de Alicante detuvo en el pasado mes de marzo a cinco miembros de una organización que se dedicaba a la plantación y venta de marihuana, así como a la venta de cocaína. Uno de los detenidos es una agente de la Policía Local de Torrevieja, que se hacía valer de su condición para facilitar el reparto de la droga.
El pasado mes de septiembre de 2020, finalizó con éxito la operación denominada “Sanillo” en la que el Equipo de Policía Judicial del Pilar de la Horadada detuvo a 12 integrantes de una organización criminal dedicada al cultivo y tráfico de marihuana en chalets ocupados en la comarca de la Vega Baja.
Con motivo de las numerosas investigaciones llevadas a cabo en esta operación, los agentes tuvieron constancia que, al margen del grupo criminal desarticulado, una miembro de la Policía Local de Torrevieja podría estar implicada. Por lo que se sumó a las investigaciones el Área de Investigación del Puesto Principal de Torrevieja.
Debido a estos indicios, se abrió una nueva línea de investigación y con ello la operación “Sanillo II”. Las pesquisas llevaron inmediatamente a un vecino de la mencionada agente con el que mantenía un contacto directo, se descubrió que esta persona se dedicaba al “menudeo” de cocaína y marihuana, vendiendo las sustancias tanto en su domicilio sito en la localidad de Orihuela Costa, como su distribución en las localidades de Orihuela Costa y Torrevieja. Estos envíos los realizaba en ocasiones la agente de Policía Local, la cual, para hacerse con los estupefacientes iba directamente a recogerlos a esta vivienda, incluso accediendo al interior del domicilio cuando el morador no estaba, ya que poseía las llaves.
Al mismo tiempo, la agente se beneficiaba de su condición para así avisar de los controles policiales, a fin de dar seguridad a los desplazamientos de su vecino cuando salía a repartir la droga a sus “clientes”. En una de las ocasiones, prestando servicio y mientras permanecía el cierre perimetral los fines de semana entre algunas localidades de la Comunidad Valenciana, ataviada con el uniforme y en vehículo oficial, llego a desplazarse hasta Orihuela Costa, para acudir al domicilio de su vecino y trasladar a uno de los detenidos a su domicilio en la localidad de Torrevieja, al objeto de evitar controles policiales y ser denunciado.
Fruto de numerosas investigaciones policiales, la Guardia Civil tuvo constancia como en este domicilio existía una importante plantación de marihuana cultivada de modo “indoor”, cuyo cuidado y mantenimiento estaba a cargo, además del residente, de dos personas más. También se pudo comprobar, como los fines de semana se saltaban las normas de confinamiento, realizando fiestas en el interior del mismo, existiendo un constante goteo en ocasiones de entradas y salidas de personas, hasta altas horas de la madrugada.
Por todo ello, el día 18 de marzo, se ha procedido a la explotación de la operación, para lo que los agentes investigadores contaron también con el apoyo de personal del Servicio Cinológico (unidad canina), y agentes de Seguridad Ciudadana pertenecientes a la Compañía de Torrevieja. Esta acción se ha saldado con cuatro personas detenidas, todos varones de entre 34 y 45 años de nacionalidades española, ucraniana e italiana, se ha incautado, además de las 126 plantas de marihuana que existían en el cultivo, numeroso material para su mantenimiento, 100 gramos de hojas de marihuana, 33 gramos de cogollos de marihuana, 20 gramos de cocaína y otros 247 gramos de sosa caustica usada para “cortarla”. De igual forma se han requisado dos vehículos, 375 euros en dinero en efectivo, una pistola de aire comprimido y otra de avancarga.
En el registro, los agentes pudieron comprobar como la plantación ilegal se encontraba en el sótano de la casa. Con el fin de acceder lo menos posible y así evitar la salida de olores a la vía pública, los moradores contaban con aplicaciones móviles y cámaras de vigilancia para controlar que los parámetros de cultivo fuesen los ideales.
A tres de estos detenidos se les imputan los delitos de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal. Al detenido español, considerado el cabecilla de la organización, además de estos delitos se le imputa una defraudación de fluido eléctrico. Tras la puesta a disposición judicial, se decreta prisión sin fianza para el español y libertad con cargos para el resto. El cuarto detenido fue puesto en libertad tras la instrucción de las diligencias policiales.
Días más tarde, concretamente el 22 de marzo, se procede a detener a la agente de la Policía Local, a la cual se le imputan los delitos de tráfico de drogas, pertenencia a grupo criminal y la omisión del deber de perseguir delitos. Tras su puesta a disposición judicial se decreta su puesta en libertad con cargos y la prohibición de salida del territorio nacional.
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