La Guardia Civil desarticula una organización criminal que cometía atracos violentos en Orihuela

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Actuaban en las provincias de Alicante y Murcia. Han sido detenidas doce personas y se han intervenido 54.000 euros y piezas de joyería 

La Guardia Civil ha detenido a los doce integrantes de una organización criminal dedicada a cometer atracos y robos con violencia en las provincias de Alicante y Murcia. En total se ha arrestado a ocho varones de nacionalidades española, ecuatoriana y colombiana y cuatro mujeres de nacionalidades española y ecuatoriana, a los que se les atribuye la presunta autoría de once delitos de robo con violencia e intimidación, seis de lesiones y tenencia ilícita de armas, robo con fuerza y de pertenencia a organización criminal.

En la operación se han practicado siete registros domiciliarios en las pedanías cartageneras de Playa Honda, La Aparecida y Portman, en La Unión y en el municipio alicantino de Orihuela, y se han intervenido 54.000 euros, dos escopetas, varias armas blancas, y más de 180 piezas de joyería y relojería.

Las investigaciones se iniciaron en noviembre del pasado año cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento de la existencia de un grupo de personas que podría estar cometiendo robos con gran violencia e intimidación en estaciones de servicio y establecimientos del Campo de Cartagena, unos hechos que habían generado alarma social.

La Guardia Civil centró la investigación en obtener los indicios necesarios para identificar y detener a los autores de los atracos que, a priori, parecían ser un mismo grupo de personas especializadas en este tipo de robos.

Fruto de las investigaciones, los agentes determinaron que se trataba una organización experimentada, con un amplio historial delictivo y que empleaba la violencia para conseguir su ‘botín’. Asimismo, la red no dudaba en golpear y amenazar, con armas de fuego, a sus víctimas, alguna de las cuales resultó herida.

Delincuencia organizada

Las pesquisas practicadas durante el año que ha durado la investigación han permitido desgranar la distribución de las distintas tareas delictivas de los miembros de la organización criminal.

Antes de cometer los robos vigilaban los establecimientos para detectar las medidas de seguridad y las personas que habitualmente las regentaban, además de seleccionar el tipo de herramientas que utilizaban para forzar cajas registradoras o armarios, así como las armas de fuego y blancas –navajas y machetes–, pertrechándose con pasamontañas.

Finalmente huían del escenario delictivo con expertos conductores que aguardaban en el exterior.

Atracos a gasolineras y domicilios

Uno de los principales objetivos este grupo criminal eran las estaciones de servicio, en las que irrumpían encapuchados y con armas, en grupos de tres o más, para hacerse con la recaudación del establecimiento y con cualquier tipo de objeto de valor de los clientes que en ese momento hubiera.

En estos robos no dudaban en golpear con las propias escopetas, ahora decomisados, a cualquier empleado o persona que se opusiera a entregar el dinero o los bienes, llegando a herir a seis de ellas.

Robos con violencia en viviendas habitadas

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Asimismo, la red actuaba sin escrúpulos contra los moradores de viviendas, dos de cuyas víctimas fueron amordazas y golpeadas en su domicilio de Cartagena, donde sustrajeron cerca 60.000 euros y joyas valoradas en más de 100.000 euros.

El autor de este robo –un varón de nacionalidad ecuatoriana–, miembro de la organización criminal– fue interceptado y detenido en la provincia de Albacete, cuando huía en un vehículo dirección Madrid junto a su compañera sentimental –igualmente detenida– con un arma detonadora, un televisor, 28.500 euros y multitud de joyas del robo en el domicilio.

Una vez identificados los miembros del grupo criminal y ubicados sus domicilios, sitos en la comarca del Campo de Cartagena y en Orihuela, la Guardia Civil puso en conocimiento de la autoridad judicial el resultado de la investigación y solicitó los correspondientes mandamientos de entrada y registro.

Recientemente, la Benemérita ha culminado la operación con el registro de siete inmuebles, ubicados en las pedanías cartageneras de Playa Honda, La Aparecida y Portman, en La Unión y en el municipio alicantino de Orihuela, donde han sido incautados 25.550 euros, dos escopetas, varias armas blancas, y más de 180 piezas de joyería y relojes, alguna de las cuales han sido devueltas a sus legítimos propietarios.

Los arrestados, las diligencias instruidas, las armas decomisadas y los objetos recuperados han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 1 de Cartagena, quien ha ordenado el ingreso en prisión de cinco de los detenidos.

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