La familia del joven fallecido en Bigastro pide justicia ante una posible negligencia médica del Centro de Salud

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El dolor muscular diagnosticado tras una ligera exploración se convirtió en un infarto agudo de miocardio

Un joven de 26 años fallecía el pasado sábado 13 en Bigastro a causa de un infarto agudo de miocardio. El joven se encontraba mal y decidió salir a dar un paseo, durante su salida se acercó al Centro de Salud del municipio por un fuerte dolor seco en el tórax acompañado de náuseas y dolor de brazo, síntomas que ya había sufrido esa misma mañana pero con menor intensidad.

Tras una ligera exploración médica le diagnosticaron un dolor muscular y le dieron el alta, el joven antes de abandonar el centro médico vomitó. La víctima volvió a su casa tras recibir su diagnóstico de dolor muscular y apenas veinte minutos después se desplomó.

El joven de 26 años se desplomó en su habitación, donde perdió el conocimiento y comenzó a convulsionar, entrando en parada cardíaca. Su hermana, de 14 años, al oír el fuerte golpe acudió a la habitación donde se encontraba su hermano y gritó pidiendo ayuda a sus padres, quienes a la espera de la llegada del Soporte Vital Avanzado realizaban técnicas de reanimación mediante indicaciones telefónicas.

30 minutos después del desvanecimiento, se produce la llegada de los servicios de emergencia y se inician las maniobras de RCP avanzadas. Desde el entorno del joven destacan que estos hicieron todo lo posible para salvar la vida del joven, llegando a realizar “intentos de reanimación incluso superiores a los límites sensatos”. Todo ello fue insuficiente, y ante la mirada desoladora de su hermana y sus padres, se decretó la muerte en torno a las 18:18.

La familia de la víctima señala al Centro de Salud de posible mala praxis al dejar marchar a su hijo en ese estado, tras realizar una exploración que no se adecuaba a los signos y síntomas que presentaba el paciente, ya que en ningún momento se realizó el correspondiente protocolo o “Código Infarto” estipulado por la Generalitat Valenciana y la Sociedad Española de Cardiología por un dolor torácico agudo. Que como bien indica “es esencial la realización e interpretación de un electrocardiograma de 12 derivaciones en los primeros 10 minutos de la llegada del paciente al centro médico”. Un proceso fundamental para la evaluación y reconocimiento temprano del infarto, independientemente de la edad del paciente.

El joven fue enterrado el pasado martes 16 de enero. La familia, devastada por este trágico acontecimiento y que convive con una situación económica difícil, está a la espera de que se le adjudique un abogado de oficio. Desean que se haga justicia por la forma en que murió su hijo, ya que entienden que no se le prestó el soporte necesario y afirman rotundamente que ante una buena praxis por parte del centro sanitario, y como así indican los expertos, su hijo de 26 años tendría muchas posibilidades de permanecer con vida.

En el comunicado hecho público por el entorno del joven agradecen al médico del SAMU que acudió al domicilio su profesionalidad y perseverancia, ya que intentó salvar la vida del joven hasta el último minuto.

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