La falta de un Educador Especial impide a dos colegios poder atender en condiciones a los niños

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Madres, padres y personal de los centros Fernando de Loaces y Villar Palasí se concentran para exigir al Consell un profesor de apoyo

Madres, padres y personal docente de los colegios Fernando de Loaces y Villar Palasí se han concentrado hoy a las puertas de ambos centros para exigir al Consell que ponga fin a la situación que están viviendo desde que arrancó el curso en septiembre.

El colegio público Fernando de Loaces cuenta desde este curso con una nueva aula para alumnos de Educación Especial que sin embargo no cuenta con un educador por lo que el servicio que se está prestando a los alumnos es “deficitario». Un total de 28 niños que tienen que ser atendidos en este momento, entre ellos menores con movilidad reducida, no lo están siendo como deberían.

Actualmente esos niños del Aula Especial son atendidos por dos educadores con los que ya contaba el centro y que ahora mismo están saturados porque deben atender además a otros alumnos que necesitan integración.

La directora del Fernando de Loaces, María José Botella, ha calificado la situación como “insostenible” ya que la falta de un educador, que tendría que haber llegado en septiembre, está afectando al funcionamiento general del centro. No se pueden atender bien al resto de niños en aulas ordinarias y el personal encargado de los alumnos de Educación Especial está saturado.

“Necesitamos que se cubra la plaza. Tenemos nueves niños con necesidades muy graves más que el año pasado. Tenemos alumnos que necesitan asistencia total y entre dos personas no pueden con todo el trabajo”, explica Botella, quien relata que traslados de sillas de ruedas que deberían realizar los educadores los están realizando profesores por la falta de personal.

El problema está, según han trasladado desde Conselleria al colegio, en que los educadores especiales no dependen del área de Educación sino de la Administración de Justicia. Y en estos momentos “están con temas burocráticos entre las consellerias y la realidad es que estamos en marzo y nuestros alumnos están sin atender ya seis meses”, señala la directora del Fernando de Loaces.

Pero la situación que se está viviendo en el colegio Fernando de Loaces afecta directamente a su vecino, el colegio Villar Palasí. Ante la falta de personal la Inspección Educativa adoptó como medida que la educadora especial de este último centro escolar pasara durante unas horas al otro para ayudar.

“Nos vemos afectados porque nosotros también tenemos un aula CYL que queda un poco desatendida por las horas que ella tiene que pasar en el otro colegio”, indica la directora del Villar Palasí, Miriam Araujo. “Por eso el horario que antes llevábamos con los alumnos ahora no se puede cumplir y por eso exigimos que esto se resuelva cuanto antes”, explica.

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