Se trata de una figura de tamaño mediano, de la cual solo se conserva la cabeza
El concejal de Patrimonio Histórico, Rafael Almagro, presentó este viernes la Pieza del Mes de marzo del Museo Arqueológico Comarcal de Orihuela (MARQUO), que en esta ocasión es la “Dama del Museo de Orihuela”.
Tal y como explicó el edil, la pieza formó parte a finales del siglo XIX de la colección particular de D. José María de Rojas y Galiano, Marqués del Bosch, quién la donó al Museo de Antigüedades fundado por el Padre Julio Furgús, con quien le unía una gran amistad. Donó también una Dama Oferente de la misma procedencia. “Ambas, a día de hoy, se conservan en el Museo Arqueológico Comarcal de Orihuela. Estas piezas fueron estudiadas a principios del S.XX por Pierre Paris (1903), y a finales de la década de los 80 Mónica Ruiz Bremón (1989), realizó un estudio crítico de toda la producción escultórica de este yacimiento”, manifestó Almagro.
Se trata de una figura de tamaño mediano, de la cual solo se conserva la cabeza. En esta imagen están trabajadas la zona frontal y las laterales. Tiene una expresión serena y está cubierta por un manto, bajo el mismo presenta una diadema con motivos en zigzag, y de él cuelga una línea de cuentas esféricas. “En los laterales del manto, encontramos las carrilleras, piezas triangulares a ambos lados de la cara. Esta escultura está realizada en piedra arenisca local, entre amarillento y blanquecino, que podía tallarse con mucha facilidad”, explicó Leticia Pertegal, quien en esta ocasión ha elaborado la ficha técnica de la pieza.
Tal y como manifestó el arqueólogo municipal, Emilio Diz, el lugar de procedencia de esta imagen es El Cerro de los Santos, en el municipio albaceteño de Montealegre del Castillo. En este cerro, recibió culto una divinidad ibérica desconocida, entre el S. IV y I a.C. “El culto en este lugar estaba relacionado a unos depósitos de aguas mineromedicinales y su ritual se relacionaba con ellas, probablemente se centraba en la ablución o en la toma de estas aguas y en la ofrenda votiva de esculturas, que representan la imagen del devoto”, informó Diz. Asimismo, la materia prima usada, por su fácil labra, suponía un bajo coste de las obras, factor esencial en un santuario dedicado a la peregrinación popular.
El Cerro de los Santos, utilizado desde el S. IV a.C. hasta la época del Emperador Romano Constantino, S. IV d.C., surgió junto a una de las rutas que unían la Meseta con la Costa de Levante, conocido como el Camino de Aníbal. La mayor parte de las esculturas halladas en este enclave están en el Museo Arqueológico Nacional.
En el Cerro de los Santos se erigió en 1929 un Monolito Conmemorativo. Recientemente se ha reexcavado en el lugar un templo “in antis” de época augustea (Brotons y Ramallo, 2017).
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