La aparición del coronavirus en España significó el inicio de un importante proceso de digitalización, caracterizado por la migración de buena parte de las industrias al mundo virtual. Desde la compra de bienes de primera necesidad, el consumo de productos de entretenimiento, e incluso la educación, son muchos los sectores que han evolucionado de esta manera.
La cultura, y todas las actividades que la componen, también estarían realizando esta transición, sin embargo, el proceso no estaría siendo tan efectivo como en el resto de los sectores.
Ya sea por una falta de demanda o por el deseo de muchos «proveedores» de mantenerse operando en los canales tradicionales, la digitalización de la cultura estaría llevándose a cabo de una forma distinta.
La cultura durante la pandemia
El coronavirus trajo consigo el cierre de los principales establecimientos del país, especialmente aquellos cuyo concepto se basaba en la aglomeración de personas. Desde cines y teatros, hasta estadios deportivos, bibliotecas y casinos, la cuarentena obligó a que estos centros de entretenimiento se mantuvieran clausurados hasta nuevo aviso.
Desde que se inició la cuarentena hace casi un año, estos establecimientos y espacios públicos han tenido que adherirse a las reglas creadas en conjunto entre el gobierno y especialistas en salud para evitar la expansión del virus en el territorio.
Esto tuvo un costo: miles de negocios, producciones y empresas han registrado grandes pérdidas a medida que las personas se ven obligadas a pasar más tiempo en casa. Es por este preciso motivo que la mayoría de los operadores de la industria comenzaron a migrar al sector digital.
La digitalización cultural
Los medios digitales aparecieron como una solución para este predicamento, con datos de Eurostat afirmando que casi el 70% de las conexiones registradas en el país se generan con la intención de consumir productos culturales.
El reporte explica que cada vez más personas estarían accediendo a medios digitales para consumir productos culturales, sustituyendo de forma efectiva el entrenamiento «físico» como ir al cine, disfrutar de una obra de teatro y asistir a un concierto, por sus equivalentes en el mundo digital. El streaming sería una de los canales más utilizados para esta labor.
Sin embargo, otras actividades que conforman la cultura también se estarían digitalizando. Ya sea que hablemos de ver un partido de fútbol a través de Internet en vez de ir a un estadio, o dirigirse a la ruleta de PlayUZU para participar en juegos de azar sin visitar un casino, cada vez sería más sencillo consumir productos que forman parte de la cultura española.
¿El futuro es positivo? Parece que no
Aún así, el Informe sobre el Estado de la Cultura en España (ICE), realizado por la Fundación Alternativas, afirma que el sector estaría en contracción.
Los expertos afirman que la cultura española no estaría mostrando un desempeño positivo ya que, aunque cada vez más personas consuman entretenimiento a través de Internet, los productos culturales españoles no estarían entre los más demandados por la población. Esto significa que el consumo generalizado crece, pero la industria local se contrae.
De cara a los próximos meses es necesario que se realicen esfuerzos para hacer llegar estas producciones locales al mercado digital, incentivando su consumo por encima de lo producido en el extranjero. De no lograrse esto, veremos una contracción continuada en las producciones nacionales, poniendo en peligro el trabajo de miles de personas.
Aunque España se está digitalizando, no todos los sectores estarían generando los mismos beneficios. Con lo que representa la industria cultural para nuestro país, es importante que se desarrollen estrategias para seguir incentivando el consumo de productos locales en este nuevo formato.
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