Los empresarios citrícolas creen que la campaña del limón y la mandarina en este país no será tan buena como el año pasado
Las exportaciones citrícolas de la comarca de la Vega Baja a Rusia se están viendo mermadas por la crisis internacional que atraviesa el país tras su conflicto con Ucrania. La devaluación del rulo – la moneda rusa- y la bajada de los precios han hecho que los productos españoles sean muchos menos competitivos y los cítricos que más se exportan al país –limón y mandarina- hayan bajado su cuantía 10 céntimos por kilo tan sólo en las dos últimas semanas.
«Rusia no es para nosotros uno de nuestros principales destinos pero es un mercado muy grande que cuando tiene problemas, por pequeños que sean, afecta a muchos países», cuenta Manolo Yagües, gerente de la empresa de cítricos Yafer con residencia en Orihuela.
Yagües explica que el conflicto de Rusia y Ucrania ha estallado justo cuando empezaba la campaña del limón y la mandarina en este país, lo que ha hecho que algunas empresas importadoras cancelen sus contratos para hacerse con el producto español. «Desde hace un par de semanas cuesta mucho vender los cítricos, también hay miedo a exportar por la situación», cuenta el empresario, quien asegura que es la tónica general en todo el sector de cítricos de la Vega Baja.
Además del conflicto internacional, otro de los motivos que ha hecho que se produzca una bajada en el precio que los rusos pagan por los productos españoles es que el principal competidor de España en la exportación de productos hortofrutículas a Rusia, Turquía, ha sufrido una depreciación de su moneda a principios de este año que tuvo como consecuencia unos precios muy competitivos de sus productos en el mercado ruso, su principal cliente.
Las distintas empresas hortofrutícolas consultadas por este diario, coinciden en que en medio de este contexto, los precios de compra de los cítricos se negocian a la baja y, en este sentido, no hay que olvidar que la importante distancia entre los dos países hace que enviar fruta a Rusia resulte bastante más caro que hacerlo a otros destinos más cercanos, por lo que los empresarios buscan un precio satisfactorio que compense la inversión que supone para los exportadores su apuesta por el mercado ruso.
El ‘efecto tapón’ que se ha producido en Rusia hace que las empresas exportadoras de cítricos no se muestren positivo con los datos que obtendrán este ejercicio en el país ruso. Por ejemplo, el gerente de Yafer, Manolo Yagüe, no cree que su empresa consiga exportar en la campaña de este 2014 el medio millón de kilos que su empresa consiguió colocar el año pasado en el mercado ruso. Pero tiene claro que tendrán que llevar sus cítricos a otros países porque al tratarse de un producto perecedero la prioridad es darle salida. Y en este sentido, no cree que tenga problemas para venderlo a otros clientes.
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